Las Fuerzas Democráticas Sirias lideradas por los kurdos acuerdan integrarse con las fuerzas gubernamentales.

Un grupo de milicias liderado por los kurdos que controla el noreste de Siria ha acordado integrar todas las instituciones militares y civiles en el estado sirio, según la presidencia del país. El acuerdo establece que las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) respaldadas por Estados Unidos cesarán las hostilidades y entregarán el control de los puestos fronterizos, el aeropuerto y los campos de petróleo y gas vitales de la región. También reconoce a la minoría kurda como “parte integral del estado sirio” y garantiza “los derechos de todos los sirios a la representación y participación en el proceso político”. El comandante de las SDF, Mazloum Abdi, calificó el acuerdo, que firmó junto al presidente interino Ahmed al-Sharaa, como “una verdadera oportunidad para construir una nueva Siria”. “Estamos comprometidos a construir un futuro mejor que garantice los derechos de todos los sirios y cumpla sus aspiraciones de paz y dignidad”, escribió en X el lunes por la noche. El acuerdo representa un gran paso hacia el objetivo de Sharaa de unir el país fragmentado después de que su grupo islamista suní liderara la ofensiva rebelde que derrocó al presidente Bashar al-Assad en diciembre. El tamaño de ese desafío ha quedado claro por la reciente violencia en el oeste de Siria, donde los ataques a las fuerzas de seguridad por parte de leales a Assad desencadenaron represalias en las que supuestamente murieron más de 1,000 civiles, la mayoría de ellos miembros de la secta minoritaria alauita de Assad. El acuerdo también podría reducir el conflicto de las SDF con Turquía y las facciones rebeldes sirias respaldadas por Turquía aliadas al gobierno, que intentan expulsar a la alianza de áreas cercanas a la frontera. Las SDF, que cuentan con decenas de miles de combatientes bien armados y entrenados, no estaban alineadas ni con el régimen de Assad ni con la oposición durante los 13 años de guerra civil del país. Actualmente controlan más de 46,000 km cuadrados (18,000 millas cuadradas) de territorio en el noreste, donde derrotaron al grupo Estado Islámico (EI) en 2019 con la ayuda de una coalición liderada por Estados Unidos. Las SDF desempeñan un papel importante en la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES), que gobierna la región también conocida por los kurdos como Rojava. Unos 10,000 combatientes del EI están detenidos en prisiones administradas por las SDF repartidas por la región y unas 46,000 personas más vinculadas al EI, en su mayoría mujeres y niños, están retenidas en varios campos. Desde la caída de Assad, las SDF han advertido que los ataques de facciones respaldadas por Turquía las obligan a desviar combatientes lejos de la guardia de las prisiones y allanan el camino para un resurgimiento del EI. El gobierno turco considera a la mayor milicia de las SDF, las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG), como una organización terrorista. Afirma que las YPG son una extensión del grupo proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) que libró una insurgencia en Turquía durante décadas pero cuyo líder encarcelado declaró recientemente un alto el fuego. No hubo comentarios inmediatos de Turquía en respuesta al acuerdo del lunes. Entre 25 y 35 millones de kurdos habitan una región montañosa que atraviesa las fronteras de Turquía, Iraq, Siria, Irán y Armenia. Son el cuarto grupo étnico más grande de Oriente Medio, pero nunca han obtenido un estado-nación permanente. Los kurdos de Siria, que representan aproximadamente el 10% de la población, fueron reprimidos y se les negaron derechos básicos durante el gobierno de la familia Assad.

LEAR  Informe del Martes - The New York Times