El glaucoma es una condición ocular grave que daña el nervio óptico, la conexión entre el ojo y el cerebro. Este daño resulta en pérdida de visión irreversible e incluso ceguera. A menudo, el glaucoma está vinculado a un aumento de la presión dentro del ojo, conocida como presión intraocular (PIO).
Esta presión daña las delicadas fibras nerviosas de su nervio óptico. Piense en el nervio óptico como un cable que lleva información visual a su cerebro; si ese cable está dañado, la señal se pierde, lo que resulta en problemas de visión. Hay diferentes tipos de glaucoma, pero el más común es el glaucoma de ángulo abierto.
Este tipo a menudo se desarrolla lentamente y sin dolor, sin síntomas notables en las etapas iniciales. Esto lo hace particularmente peligroso, ya que las personas pueden no darse cuenta de que lo tienen hasta que se produzca una pérdida significativa de visión. Otros tipos menos comunes de glaucoma existen, pero el glaucoma de ángulo abierto representa la gran mayoría de los casos.
Varios factores aumentan su riesgo de desarrollar glaucoma. Estos incluyen la edad (ser mayor aumenta su riesgo), antecedentes familiares de glaucoma, ciertas etnias y una PIO elevada. Ahora, la investigación ha revelado otro factor de riesgo: el uso de medicamentos estatinas.
La relación entre las estatinas y el glaucoma
Las estatinas son una clase de medicamentos ampliamente recetados utilizados para reducir los niveles de colesterol en la sangre. Funcionan bloqueando una enzima en su hígado que es responsable de producir colesterol. Una investigación reciente descubrió una relación entre el uso de estatinas y un mayor riesgo de desarrollar glaucoma.
Un estudio de 2024 publicado en Glaucoma Oftalmología examinó datos del Programa de Investigación All of Us (AoU), un esfuerzo de investigación a gran escala destinado a comprender la salud y las enfermedades. Este estudio analizó a 79,742 adultos de 40 años en adelante que tenían colesterol alto (hiperlipidemia) y datos electrónicos de registros de salud disponibles. Los investigadores analizaron la relación entre el uso de estatinas y la aparición de glaucoma dentro de este grupo.
El estudio AoU encontró una asociación notable entre el uso de estatinas y una mayor probabilidad de tener glaucoma. Específicamente, encontraron que los usuarios de estatinas tenían un 13% más de probabilidades de tener glaucoma en comparación con aquellos que no usaban estatinas, después de ajustar por variables de confusión.
Los investigadores también analizaron cómo los niveles de colesterol y la edad juegan un papel en esta asociación. Encontraron que la relación entre el uso de estatinas y el glaucoma era más fuerte en personas con niveles óptimos o altos de lipoproteínas de baja densidad (LDL).
Aquellas personas con LDL óptimo que usaban estatinas tenían un 39% más de probabilidades de tener glaucoma y aquellos con LDL alto tenían un 37% más de probabilidades. Además, encontraron una asociación más fuerte en personas de 60 a 69 años, con un 28% más de probabilidades de glaucoma para los usuarios de estatinas en este grupo de edad. Esto indica que la edad puede ser un factor en el riesgo asociado con el uso de estatinas y el glaucoma.
Duración del uso de estatinas y riesgo de glaucoma
Una pregunta clave en la conexión entre las estatinas y el glaucoma es si la duración del uso de estatinas juega un papel. Un estudio de 2023 publicado en Scientific Reports investigó esto utilizando una gran base de datos de reclamaciones japonesas. Este estudio examinó específicamente la relación entre el uso de estatinas y el glaucoma de ángulo abierto en pacientes japoneses con colesterol alto. Los investigadores utilizaron un diseño de estudio de casos y controles anidado, comparando individuos que desarrollaron glaucoma de ángulo abierto con controles emparejados que no lo hicieron.
El estudio examinó la exposición a estatinas en dos marcos de tiempo diferentes: 12 meses (Modelo 1) y 24 meses (Modelo 2) antes del diagnóstico de glaucoma de ángulo abierto. Los investigadores no encontraron una asociación significativa entre el uso de estatinas y el desarrollo de glaucoma de ángulo abierto en ninguno de los modelos. Sin embargo, otros estudios han sugerido que el uso a largo plazo de estatinas está asociado con un mayor riesgo de glaucoma.
Por ejemplo, un estudio de cohorte de 10 años realizado en Australia investigó los efectos a largo plazo del uso de estatinas en el inicio del glaucoma. Este estudio utilizó datos de una gran cohorte de australianos mayores de 45 años y examinó el uso de medicamentos a través de registros de reclamaciones farmacéuticas entre 2009 y 2016.
Esta investigación difería del estudio japonés anteriormente discutido al centrarse en un período de seguimiento más largo y en una población diferente. Los investigadores definieron el inicio del glaucoma como tres o más reclamaciones de medicamentos antiglaucoma.
Luego compararon a estas personas con controles emparejados que no habían sido recetados tales medicamentos. El estudio encontró que si bien el uso general de estatinas no se asociaba significativamente con el inicio del glaucoma, una imagen diferente surgía al analizar la duración del uso.
Específicamente, el estudio australiano encontró que las personas que habían usado estatinas durante más de tres años tenían un 12% más de riesgo de desarrollar glaucoma en comparación con aquellos que las habían usado durante menos de un año. Este hallazgo sugiere que el riesgo de glaucoma asociado con las estatinas puede hacerse más evidente con el uso a largo plazo.
Las revisiones oculares regulares son importantes para detectar el glaucoma temprano. Dado que las primeras etapas del glaucoma de ángulo abierto a menudo no presentan síntomas, un examen ocular completo es la mejor manera de detectarlo antes de que se produzca un daño significativo.
Durante un examen, un oftalmólogo mide su PIO, examina su nervio óptico y realiza otras pruebas para evaluar la salud de sus ojos. La detección temprana es clave para manejar el glaucoma y preservar su visión, sin embargo, también es importante evitar el uso innecesario de estatinas.
Una mirada más amplia a los riesgos de las estatinas
Si bien este artículo se centra principalmente en la relación entre las estatinas y el glaucoma, es importante reconocer otros efectos secundarios asociados con estos medicamentos. Algunas personas que toman estatinas experimentan dolor o debilidad muscular, una afección conocida como miopatía. Se cree que estos problemas musculares se derivan de la disfunción mitocondrial y las alteraciones en el metabolismo de las proteínas musculares.
Las estatinas también se asocian con un mayor riesgo de diabetes tipo 2, cataratas, problemas neurológicos y agotamiento de la CoQ10. Por ejemplo, un estudio de 2024 en The Lancet confirmó que las estatinas aumentan el riesgo de diabetes, con las estatinas de alta intensidad aumentando el riesgo en un 36%.
Además, las estatinas aumentan el riesgo de cataratas al interferir con la biosíntesis del colesterol en el epitelio del cristalino. Un estudio encontró que el 1.9% de los pacientes se sometieron a cirugía de cataratas durante un período de seguimiento de tres años.
Es importante tener la cantidad adecuada de colesterol para una buena salud, especialmente a medida que envejece. En lugar de simplemente tratar de reducir su colesterol lo más posible, es mejor enfocarse en mantener sus niveles en un rango saludable. Además, la enfermedad cardíaca a menudo ocurre cuando el revestimiento de sus arterias se daña por alimentos poco saludables, fumar, la contaminación y el estrés.
Cuando esto sucede, su cuerpo envía colesterol para ayudar a reparar el daño. Por lo tanto, el colesterol a menudo se encuentra en áreas donde las arterias están dañadas, en realidad está allí para ayudar a sanar, no para causar daño. Recuerde, el objetivo es la salud en general, no lograr un número en particular en un resultado de prueba. Dicho esto, obtiene una idea más precisa de su riesgo de enfermedad cardíaca con las siguientes pruebas:
– Índice de omega-3
– Relación HDL/colesterol total
– Nivel de insulina en ayunas
– Nivel de azúcar en sangre en ayunas
– Relación triglicéridos/HDL
– Nivel de hierro
Cómo proteger su corazón de forma natural
Si bien las estatinas se recetan principalmente para reducir el colesterol LDL, algunos expertos argumentan que la resistencia a la insulina, no el LDL alto, es el principal impulsor de la aterosclerosis, que subyace a muchas enfermedades cardíacas. La resistencia a la insulina conduce a una disminución en la producción de energía mitocondrial, y esta mala salud mitocondrial subyace a la enfermedad cardíaca y muchas otras afecciones crónicas.
Los factores dietéticos, particularmente el consumo excesivo de ácido linoleico (LA) en aceites de semillas, también están intrincadamente involucrados. La razón principal por la que el exceso de LA es perjudicial para su salud es porque interrumpe sus mitocondrias: las pequeñas fábricas de energía en sus células que producen trifosfato de adenosina (ATP), el combustible esencial que mantiene funcionando y reparándose a sí mismas sus células.
Sin energía, sus células no pueden repararse y regenerarse. Entonces, el problema fundamental subyacente a la mayoría de las enfermedades crónicas es que sus células no están produciendo suficiente energía.
Además de LA, la exposición a productos químicos sintéticos disruptores endocrinos (EDC), estrógenos y campos electromagnéticos (EMF) también dañan la capacidad de sus células para generar energía de manera eficiente. Esta deficiencia de energía dificulta mantener el ambiente intestinal libre de oxígeno necesario para que bacterias beneficiosas como Akkermansia florezcan.
Mientras tanto, su microbioma intestinal impacta significativamente los niveles de colesterol, pero la falta de energía celular crea un ambiente en su intestino que favorece a las bacterias productoras de endotoxinas, dañando aún más las mitocondrias, desencadenando resistencia a la insulina y creando un ciclo vicioso de empeoramiento de la salud.
Al abordar los “Cuatro E”: exceso de LA, estrógenos (xenoestrógenos presentes en artículos cotidianos como el plástico), EMF y endotoxinas, restaura su energía celular y comienza el camino hacia la salud óptima.
Además, asegúrese de dormir bien y manejar el estrés de manera efectiva, ya que ambos juegan un papel significativo en su salud cardiovascular. Obtener una exposición regular al sol es otro aspecto fundamental de la salud, pero evite la exposición solar de alta intensidad hasta que haya dejado los aceites de semillas durante aproximadamente seis meses, ya que estos aceites aumentan significativamente su riesgo de quemaduras solares.
Evitar un estilo de vida sedentario es igualmente importante. Actividades simples como dar paseos regulares mejoran significativamente su salud, apoyando no solo su corazón sino también la funcionalidad de todo su cuerpo. Incorporar estos movimientos ayuda a mantener la flexibilidad, mejorar la circulación y reducir su riesgo de enfermedades crónicas.
Esta estrategia integrada no solo promueve un corazón más saludable, sino que también le permite vivir una vida más larga y saludable sin depender de intervenciones farmacéuticas como las estatinas.