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Ante una creciente crisis de salud mental entre los adolescentes, 20 escuelas en Dinamarca retrasaron sus horarios de inicio para permitir que los jóvenes se queden en la cama.
Los adolescentes necesitan más horas de sueño
Según el Instituto Nacional de Salud Pública, una fundación de investigación en Copenhague encontró que los adolescentes requieren de ocho a diez horas de sueño. Sin embargo, hoy en día, más del 60 por ciento de los adolescentes de 15 años duermen significativamente menos.
Expertos en salud pública y sueño en Dinamarca señalaron que los adolescentes tienen naturalmente un ritmo circadiano diferente al de los adultos y que tanto la melatonina (hormona del sueño) como el cortisol (hormona del estrés) se liberan más tarde en el día en los adolescentes que en los adultos.
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No solo afectados por la naturaleza, sino también por las circunstancias del mundo moderno, Catherine Wimmelmann, investigadora senior en el Centro de Salud Infantil, compartió que el número de adolescentes privados de sueño se ha duplicado desde la década de 1980; en gran parte causado por el tiempo excesivo frente a pantallas.
“Si le pides a tu hija adolescente a las 10 p. m. que vaya a la cama y ella dice ‘No tengo sueño todavía’, entonces es posible que no esté mintiendo”, explicó Wimmelmann. “Las necesidades fisiológicas de los adolescentes no encajan con la forma en que está estructurado el sistema escolar, exigiéndoles ir a la escuela temprano.”
El sistema escolar
Desde 2023, 20 escuelas en Dinamarca han retrasado sus horarios de inicio para adaptarse a las necesidades de los adolescentes. La escuela privada Th. Langs Skole en Silkeborg fue la pionera de la iniciativa, habiendo comenzado su prueba en 2022. Viendo sus resultados, las escuelas de todo el país comenzaron a seguir el ejemplo.
Después de agregar una hora extra por la mañana en el día escolar, tanto los estudiantes como los profesores de Th. Langs Skole se sorprendieron gratamente. “Duermen mejor, duermen más tiempo y en realidad tienen más energía. No solo por la mañana, sino también durante el día”, comentó la directora de la escuela, Tine Agerholm Kristiansen.
Una de las estudiantes, Emily, de 15 años, dijo: “Antes, estábamos muy cansados y bastante molestos por la mañana. Cuando comenzamos a reunirnos a las 9 a. m., nos volvimos más felices. Hablamos entre nosotros en lugar de mirar nuestros teléfonos.”
Impresionada con los resultados, la escuela luego colaboró con la empresa tecnológica Enversion para rastrear el sueño de los jóvenes estudiantes a través de una aplicación. Según las encuestas, los estudiantes dormían un promedio de 7 horas y 58 minutos durante los días escolares abreviados; la calidad del sueño también mejoró.
La oficial de comunicaciones de la escuela, Karina Juul Uldal Christesen, afirmó: “Nuestra clase de séptimo grado solía pasar un promedio de 3,5 horas para conciliar el sueño antes del proyecto. Es demasiado. Se redujo a 1,6.”
“Se necesitan cambios estructurales para mejorar el bienestar de los jóvenes y revertir esta crisis de salud mental”, destacó Eva Molin de Just Human, una ONG danesa que desarrolla métodos para mantener a los adolescentes sanos y prósperos en el mundo moderno.
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