Nuestra nación ha estado experimentando una crisis de salud mental desde varios años, marcada por un alarmante aumento en enfermedades mentales que no muestra signos de desaceleración. El 23% de los adultos experimentaron una enfermedad mental en el último año, en comparación con el 18% en 2008.
Algo positivo es que los desafíos de salud mental gradualmente se van desestigmatizando, lo que empodera a más individuos a buscar ayuda. De hecho, la tasa de adultos que buscaron y recibieron tratamiento aumentó del 19% en 2019 al 22% en 2023. Sin embargo, hasta el 60% de las personas con condiciones de salud mental no responden a tratamientos convencionales como terapia o medicamentos. Esta es una cifra preocupante.
Todo esto nos dice que los pacientes quieren ayuda, pero como sociedad, no siempre les estamos dando la ayuda que necesitan. Algo necesita cambiar. Y rápido.
La psiquiatría debe alejarse de un enfoque único para todos. Los números no mienten. En cambio, debemos avanzar hacia la exploración de formas de mejorar la precisión, que podrían incluir varios enfoques de personalización, para acelerar el progreso. Hubo un tiempo en que las opciones de tratamiento para enfermedades mentales en pacientes eran muy limitadas. Pero en los últimos años, la tecnología ha avanzado increíblemente. Ahora tenemos la capacidad de diagnosticar y tratar con información basada en datos y ofrecer resultados medibles. Es responsabilidad nuestra como proveedores asegurarnos de adoptar consistentemente la última tecnología comprobada y modalidades de tratamiento que puedan beneficiar a nuestros pacientes.
Precisión y personalización
La depresión es uno de los trastornos mentales más comunes en los Estados Unidos. Cuando un paciente recibe un diagnóstico de depresión, a menudo se le recetan medicamentos antidepresivos, más comúnmente inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Los proveedores no siempre han tenido herramientas que les permitan evaluar la eficacia de un medicamento antidepresivo en particular para ese paciente específico antes de recetárselo. Sin embargo, los avances en medicina ahora nos permiten ser más precisos y personalizados en la atención de cada paciente.
Además, los médicos pueden utilizar sistemas de retroalimentación de medición para recopilar datos sobre el progreso de un paciente durante el tratamiento utilizando tecnología. Estudios sugieren que cuando los médicos utilizan esta tecnología para pacientes con depresión y ansiedad, puede haber beneficios potenciales en los resultados logrados con diversas modalidades de tratamiento diferentes.