Estaba tumbado en el sofá alrededor de las 10 de la noche cuando escuché algunos ruidos, no le di importancia ya que el Paseo Mallorca es un lugar popular para fiestas, pero cuando continuó y escuché gritos pensé que era mejor echar un vistazo. Me encontré con la policía y ambulancias llegando, grupos de personas en cada extremo de mi calle y en el medio un hombre vaciando su ático en la calle de abajo.
Lámparas, sillas, televisores, ordenadores, maletas llenas de ropa o un colchón entre una multitud de objetos causaron caos en la Calle Pére de Fraga, donde un hombre lanzaba todo tipo de enseres domésticos desde un ático para la sorpresa y preocupación de los vecinos, que observaban la escena con miedo e incredulidad. El sonido de cristales rotos alertó a los residentes, que poco después vieron al hombre siendo arrestado por la policía local, quienes de inmediato establecieron un perímetro de seguridad para evitar que alguien resultara herido.
Los vecinos se unieron a mí y salieron a sus balcones cuando el silencio y la tranquilidad de la noche se vieron interrumpidos alrededor de las 10 de la noche, cuando muchos estaban frente a sus televisores. La noticia de última hora fueron los gritos de un hombre y el estruendo de una multitud de objetos cayendo desde una gran altura que encendieron las alarmas. Al principio, los vecinos pensaron que se trataba de una pelea que podría haberse originado en alguno de los bares del Paseo Mallorca en Palma, pero observaron con asombro cómo un individuo lanzaba grandes objetos desde un ático.
Testigos presenciales han afirmado que aparentemente no había habido ninguna pelea o incidente en el apartamento y que el evento fue completamente espontáneo. Un hombre de mediana edad había salido al balcón para lanzar todo tipo de cosas. A medida que pasaban los minutos, la situación empeoraba a medida que objetos de considerable tamaño caían desde el cuarto piso y existía el peligro de que el individuo pudiera herir a los transeúntes y curiosos o incluso causarse daño a sí mismo.
Los servicios de emergencia y las fuerzas de seguridad se hicieron cargo de la situación para mediar con el hombre, quien fue llevado lejos del edificio esposado con la calle ya calmada y los vecinos recuperándose de su susto. La policía local, además de realizar el arresto, también tuvo que actuar en la zona para evitar que algunas personas intentaran llevarse los objetos que habían sido lanzados, ya que algunos estaban tratando de buscar objetos de valor entre las pertenencias que habían sido arrojadas a la calle, donde tampoco había vehículos que hubieran sido dañados ya que era un pasaje estrecho con vehículos estacionados a cierta distancia de la escena.