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Me parece impactante, obsceno y francamente egoísta que 210,587 viviendas en las Islas Baleares estén vacías o solo se utilicen como segundas residencias. El tema de las segundas viviendas lo entiendo, después de todo han sido compradas como casas de vacaciones y por lo tanto solo se utilizarán para eso: vacaciones. Además, existen ciertas restricciones que impiden a algunos propietarios, por ejemplo los británicos, utilizar sus segundas residencias durante períodos más largos.
Gracias al Brexit, los británicos ahora tienen que cumplir con la regla de los 90 días y eso restringe significativamente los días que pueden pasar en la Unión Europea, y mucho menos en las Islas Baleares. Sin embargo, en lo que respecta a las otras propiedades que simplemente se dejan vacías, eso es una vergüenza, especialmente cuando la situación de la vivienda en las Islas Baleares es crítica, con cada vez menos jóvenes capaces de acercarse a la escalera de la vivienda o de poder permitirse alquilar.
Ahora, qué pueden hacer las autoridades al respecto es una cuestión seria y una que será difícil y ciertamente controvertida de responder. Pero algo debe hacerse porque la situación solo empeorará con las casas que siguen vacías mientras los alquileres siguen aumentando mientras los salarios permanecen estancados.
Es una situación muy injusta y está dividiendo a la sociedad. La división entre los que tienen y los que no tienen no es un entorno saludable para que nadie viva, especialmente en esta era moderna, y a la larga las cosas podrían volverse bastante desagradables.
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