Las similitudes entre el Presidente Trump y Liz Truss, la primera ministra de menor duración de Gran Bretaña, se vuelven más evidentes. La Sra. Truss desencadenó una agitación en el mercado en 2022 después de proponer recortes de impuestos masivos que pretendía financiar con un endeudamiento gubernamental masivo. La Sra. Truss fue finalmente condenada por temores a una crisis crediticia después de que los rendimientos de los bonos del gobierno británico se dispararan.
Ahora, los rendimientos de los bonos del Tesoro de los EE. UU. están empezando a subir. El miércoles, en las horas después de que entraran en vigor los últimos aranceles del Sr. Trump, incluidos aranceles de más del 100 por ciento sobre China, el rendimiento del bono del Tesoro de EE. UU. a 10 años subió hasta el 4,5 por ciento, frente al 3,9 por ciento de hace unos días. El rendimiento de un bono a 30 años llegó a operar brevemente por encima del 5 por ciento.
Los rendimientos siguen siendo generalmente más bajos que cuando el Sr. Trump asumió el cargo, pero una venta sostenida de bonos del Tesoro podría borrar la principal diferencia entre la respuesta del mercado global a los aranceles del Sr. Trump y los recortes de impuestos de la Sra. Truss. Inmediatamente después del anuncio de los aranceles del presidente, los rendimientos de los bonos en realidad disminuyeron, incluso cuando el mercado de valores se desplomó y el dólar se debilitó. Esto reflejaba en parte las expectativas de un crecimiento más lento, pero también servía como un recordatorio del estatus tradicional del mercado de bonos estadounidense como refugio para los inversores.
Ahora, ese estatus de refugio seguro puede estar desmoronándose, según algunos analistas. En el extremo, eso podría aumentar la presión sobre la Reserva Federal para intervenir, lo que es lo que hizo el Banco de Inglaterra en 2022 para reforzar el mercado de bonos británico.
En el caso de Gran Bretaña, esos eventos dramáticos obligaron a la Sra. Truss a retirar sus recortes de impuestos propuestos, y el caos en el mercado se calmó. Pero la credibilidad de la Sra. Truss quedó destruida, y se vio obligada a dimitir después de 44 días en el cargo. En cambio, el Sr. Trump no ha mostrado signos de que planea revertir los aranceles, y por ahora, parecen haber pocos mecanismos políticos para obligarlo a hacerlo.