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Centros de investigación de vanguardia en España han estado recibiendo solicitudes de científicos estadounidenses que desean trasladarse a Europa debido a las políticas de la administración Trump. Las universidades en los Estados Unidos han sufrido recortes y despidos, las razones varían desde ataques a políticas de inclusión hasta investigaciones que no encajan con el pensamiento de la administración, por ejemplo, en cuanto al cambio climático y las vacunas.
Esta ‘caza de brujas’ es vista como una oportunidad por la Universidad de las Islas Baleares, cuyo vicerrector de política científica e investigación, Víctor Homar, indica que se presentará una propuesta para atraer talento estadounidense en la próxima reunión de la Comisión de Investigación de la universidad.
“Lo que está sucediendo es una oportunidad a dos niveles. El Gobierno Balear está en proceso de crear el Instituto de Investigación de las Islas Baleares, similar a los ya existentes en regiones como Cataluña y el País Vasco, que permiten atraer talento investigador e innovador sin interferir con la misión docente. Estamos hablando de atraer a personas de prestigio internacional.”
Homar espera que este instituto posicione a las Baleares como una región capaz de atraer talento. Mientras se espera que se establezca, explica que la universidad ha estado trabajando en los objetivos incluidos en su Plan Estratégico 2023-2026, uno de los cuales es atraer talento. Además de las intenciones del Gobierno Balear para el instituto de investigación, añade que un proceso de atracción de talento se ajusta a la política del Gobierno Español.
La universidad tiene un fuerte compromiso con la internacionalización, y se encuentra entre las tres primeras en España en términos de artículos más citados internacionalmente. Siete investigadores aparecen en el ranking de Investigadores Altamente Citados, el grupo de los investigadores más citados en el mundo dentro de la comunidad científica. Por ejemplo, el biólogo Jaume Flexas ha estado en el top diez de esta lista internacionalmente prestigiosa durante una década. Solo diez académicos españoles han logrado permanecer en el ranking durante tanto tiempo. “No hay duda de que cuando colaboramos con investigadores extranjeros, la ciencia generada es de clase mundial.”
“Somos una universidad generalista, que abarca todas las áreas del conocimiento, y muchos investigadores destacan por su influencia científica y su trabajo en la mejora de las condiciones ambientales. En cuanto a la colaboración con Estados Unidos, las más significativas son en la facultad de física, relacionadas con las ondas gravitacionales, en biología vegetal, para la cual contamos con talento de clase mundial, y en psicología y ciencias de la tierra.”
Homar es consciente de las fortalezas de la universidad pero también de sus debilidades en términos de competencia. Los salarios que ganan los investigadores en España no son tan altos como en otros países. El ministerio nacional de ciencia, innovación y universidades tiene dos categorías destinadas a fortalecer la internacionalización de las universidades españolas: avanzada, que conlleva un salario de €90,000, y junior, para la cual hay una beca de €60,000.
Pero los centros de investigación tienen su financiación individual, por lo que Homar dice que corresponde al Comité de Investigación decidir cuánto está dispuesta la universidad a pagar. “¿Estamos dispuestos a ofrecer €120,000 o no queremos hacerlo porque crearía una desventaja para los investigadores locales? El comité tendrá la última palabra, pero nos complace que la legislación no establezca un límite. Esto es una ventaja en contraste con las regulaciones anteriores. Ahora tenemos mucho más margen de maniobra.
“Tenemos una ventaja competitiva debido a nuestro clima. El sistema de salud pública también atrae talento extranjero. Lo que necesitamos es la inversión que nos merecemos, para que los científicos sean bien remunerados. La inversión en conocimiento debería estar a la altura de la de otros lugares de Europa.” Pero Homar reconoce que hay un factor adicional que podría frenar la ambición de atraer talento líder. “Nos enfrentamos al problema de la vivienda. Hemos hablado con el ministro de vivienda, José Luis Mateo, para tratar de desarrollar un mecanismo para que los precios de la vivienda no obstaculicen la contratación de talento.”