Las nuevas leyes de alojamiento turístico en la Comunidad Valenciana están listas para ser aprobadas el viernes, con multas que van desde €100,000 hasta €600,000 para las infracciones más graves.
Los propietarios deberán renovar las licencias de alquiler cada cinco años y los municipios podrán establecer límites en los alquileres vacacionales según lo consideren oportuno.
Para las viviendas nuevas, se deberá presentar un certificado de las comunidades de propietarios que demuestre que han dado permiso para alquileres turísticos.
Los propietarios que se nieguen a cumplir con la legislación más estricta serán procesados, con la Ministra de Turismo, Nuria Montes, creyendo que las nuevas medidas ayudarán a ‘erradicar’ los alquileres ilegales.
“No mostraremos compasión con los arrendadores ilegales, lo que ayudará a tranquilizar a los residentes que sienten que están siendo expulsados de sus vecindarios”, afirmó.
Otros cambios incluyen la prohibición de instalar cajas automáticas en paredes exteriores y áreas públicas para que la gente recoja llaves de apartamentos, así como un aumento en el número de inspecciones.
El presidente valenciano, Carlos Mazon, dice que la región no tiene un problema de ‘turismofobia’ que, según él, existe en otras áreas de España y ha culpado a las personas por querer ‘exagerar’ las preocupaciones.
También elogió el trabajo realizado en ciudades turísticas como Benidorm y Torrevieja para lograr un buen equilibrio.
En una entrevista con la agencia Efe, Mazon describió el turismo como una ‘industria de la felicidad’.
“El turismo debe prosperar de manera adecuada y sostenible y las protestas contra el turismo de masas en España parecen variar de distrito en distrito”, dijo.
Mazon, ex presidente de la Junta Turística de la Costa Blanca, enfatizó que estaba a favor de que cada municipio decidiera lo que era mejor para él dependiendo de su capacidad.
Agregó que el crecimiento turístico en la Ciudad de Valencia era valorado, pero que entendía totalmente a la alcaldesa, María José Catalá, cuando quería un reequilibrio como limitar la entrada de grandes cruceros.