Durante las últimas 24 horas, Donald Trump perdió su elección para liderar la Administración de Control de Drogas. Su elección para secretario de Defensa, Pete Hegseth, está luchando por obtener apoyo de los republicanos del Senado. El presidente electo ahora incluso está considerando a su rival de antaño, el gobernador Ron DeSantis, para liderar el Pentágono.
Estos cambios en su administración aún no formada vienen después de que el ex representante Matt Gaetz se retirara de consideración como elección de Trump para fiscal general.
En total, los contratiempos están planteando nuevas preguntas sobre el poder de Trump sobre su partido, si los republicanos se someterían a todas y cada una de sus demandas, y la expectativa de que su jefe de gabinete, Susie Wiles, traería orden a la transición de Trump y la Casa Blanca.
El martes, Chad Chronister, la elección de Trump para administrador de la DEA, se retiró abruptamente de la consideración solo días después de ser anunciado, diciendo en un mensaje en X que tomó la decisión “a medida que la gravedad de esta importante responsabilidad se hacía evidente”, sin citar una razón específica. Chronister, un sheriff del condado en Florida, había sido criticado por algunos conservadores por sus acciones durante la pandemia de Covid-19 pero no se consideraba uno de los candidatos más polémicos de la administración de Trump.
Fue el segundo nominado de Trump en retirarse de la consideración en las últimas dos semanas, siguiendo la breve y vertiginosa candidatura de Gaetz, que lanzó al Capitolio en el caos por un informe ético sellado sobre el ex congresista de Florida. Trump finalmente reemplazó a Gaetz con la ex fiscal general de Florida Pam Bondi.
Y ahora, a medida que salen nuevos informes sobre Hegseth que podrían obstaculizar aún más su confirmación por el Senado, incluyendo acusaciones de agresión sexual y abuso de alcohol, Trump está considerando reemplazar al antiguo presentador de Fox y poner a otro hombre de Florida: su antiguo enemigo DeSantis.
Hegseth se dirigió al Capitolio el miércoles para reunirse con los republicanos del Senado, incluido el liderazgo entrante de la cámara y la senadora Joni Ernst, quien se considera un posible voto clave en su nominación. Les dijo a los reporteros que todavía estaba en la carrera, y que Trump mismo le había dicho que “continuara luchando”.
“¿Por qué debería echarme atrás? Siempre he sido un luchador”, dijo Hegseth.
No todos los senadores de su partido están convencidos. “Definitivamente no podemos tener un Secretario de Defensa que se embriague regularmente. … Tengo que saber que ha superado ese problema”, dijo el senador Kevin Cramer (R-N.D.), quien se reunirá pronto con Hegseth, al Washington Post.
El pensamiento de Trump sobre reemplazar potencialmente a Hegseth con DeSantis fue reportado por primera vez por el Wall Street Journal. Trump también ha mencionado otros nombres, incluido Ernst, miembro del Comité de Servicios Armados del Senado y sobreviviente de agresión sexual, y Elbridge Colby, un aliado de Trump y ex funcionario del Pentágono, según el Journal.
Cambiar a Hegseth por DeSantis podría ser políticamente astuto para Trump: DeSantis es una estrella en ascenso en el partido que, como gobernador, probablemente tiene muchos menos esqueletos en su armario que otros candidatos más controvertidos de Trump. Pero también sería doloroso para Trump, quien peleó públicamente con DeSantis durante su efímera campaña primaria republicana, que Wiles se acredita con haber destruido como parte de una larga disputa.
Durante la campaña presidencial de 2024, la rivalidad entre Trump y DeSantis se volvió fea rápidamente, y la guerra política no se detuvo en apodos como “dedos de pudín” y “Ron DeSanctimonious” y golpes triviales sobre plataformas para zapatos. Trump consideró el desafío de DeSantis como un acto de deslealtad, un rasgo que Trump puede despreciar por encima de todos los demás.
Desde que DeSantis se retiró de la carrera y respaldó a Trump, su relación ha comenzado a descongelarse, y elevar a un crítico anterior a lugares altos no es exactamente novedoso para el presidente electo (solo miren al ex nunca Trump convertido en vicepresidente electo Senador JD Vance).
Pero la consideración de Trump del gobernador de Florida también señala que sus nominados al gabinete pueden necesitar más que lealtad para sobrevivir a una confirmación del Senado.
Chronister, un sheriff del condado en Florida con poca experiencia fuera de la aplicación local de la ley, se consideraba una elección potencialmente extraña para liderar la DEA, pero relativamente poco controvertida en comparación con las otras figuras bombásticas en la lista de Trump.
Sus acciones durante la pandemia de Covid-19, su apoyo a leyes de bandera roja y donaciones previas a los demócratas, según Florida Phoenix, habían sido criticadas por algunos conservadores, incluido el representante Thomas Massie (R-Ky.).
Un portavoz de la transición de Trump no respondió de inmediato a una solicitud de comentario.
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