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Los técnicos del ayuntamiento de Palma han confirmado que la terraza en la azotea del Medusa Beach Club en Playa de Palma no tenía licencia. Era ‘no transitable’ – no debería haber habido gente en ella – y por lo tanto ilegal.
La planta baja, donde se encontraba el restaurante, y el sótano para el club Coco Rico sí tenían licencias. Todo el enfoque está, por lo tanto, en la terraza, a la que se accedía desde la parte trasera del local.
Un informe completo del ayuntamiento está pendiente de los resultados de los análisis de laboratorio de los escombros recogidos en el lugar. Estos evaluarán la resistencia de los materiales.
La Policía Nacional y un juzgado de instrucción en Palma actuarán en función de las conclusiones del ayuntamiento, por lo que se espera que los propietarios sean formalmente investigados (‘imputados’) o posiblemente arrestados.
Cuatro personas perdieron la vida el jueves de la semana pasada cuando la terraza se derrumbó. Es probable que los cargos incluyan cuatro delitos de homicidio involuntario.
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