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A dos meses de las negociaciones para el acuerdo revisado del convenio colectivo de la industria de la hostelería, los empleadores y los sindicatos están más distantes que nunca. La reunión del martes no solo fracasó en producir ningún avance, sino que también amplió la brecha entre las dos partes, los hoteleros acusando a los representantes sindicales de “inacción absoluta” y los sindicatos respondiendo que las propuestas de los empleadores son un paso atrás y “nos están empujando hacia el conflicto”.
Las prioridades de los sindicatos eran aumentos salariales y reducción de horas de trabajo, pero las discusiones se estancaron en puntos relacionados con condiciones de trabajo flexibles y organización del trabajo planteados por los empleadores. Estos recibieron un rechazo enérgico de UGT y CCOO. Ambos sindicatos han estado planeando convertir la tradicional manifestación del Día del Trabajo en un evento masivo para ejercer presión y ya están trabajando en más acciones si no hay avances en las negociaciones. El calendario para las negociaciones estipula que estas deben concluir a más tardar el 27 de mayo, pero la distancia entre las dos partes hace que un resultado satisfactorio sea cada vez más improbable. Y esto plantea la posibilidad de que la temporada turística en Mallorca y las Islas Baleares se vean interrumpidas por acciones industriales.
El secretario general de UGT-Servicios, José García Relucio, dijo después de la reunión del martes que lo que los empleadores estaban proponiendo no era factible. “Ningún sindicato firmaría eso.” Argumentó que las propuestas representan una “desregulación” del convenio colectivo anterior y un retroceso de los derechos adquiridos de los trabajadores. “Parece que todo lo que están intentando es dinamitar la mesa de negociación.”
Los problemas que los sindicatos encuentran inaceptables se relacionan con: un aumento en los contratos a tiempo parcial para que los empleados puedan trabajar en varios lugares de trabajo dentro de la misma empresa y con diferentes responsabilidades; una modificación de los arreglos para empleados con contratos de ‘fijo discontinuo’; condiciones de absentismo; y la eliminación de una obligación de medición de carga de trabajo. Para Relucio, este último problema fue “la gota que colmó el vaso”. “Si es una estrategia para arrastrarnos al conflicto, tendrán éxito.”
La vicepresidenta ejecutiva de la Federación Hotelera de Mallorca, María José Aguiló, dejó claro que el debate sobre los aumentos salariales es subordinado a otros asuntos. “Estamos muy claros en que no vamos a hablar de aumentos salariales hasta que hayamos evaluado los costos de las medidas que están poniendo sobre la mesa.” Estas medidas incluyen la propuesta sindical de una semana laboral de 35 horas; “irrealista” en la opinión de Aguiló.
El acuerdo afecta a alrededor de 180,000 trabajadores en los sectores de hoteles, bares/restaurantes y vida nocturna. Los representantes de los empleadores en la mesa de negociación provienen de los tres sectores, pero la Federación Hotelera de Mallorca es la voz principal del lado de los empleadores. Su presidente, Javier Vich, dijo el fin de semana pasado que una demanda sindical de un aumento salarial del 19% en tres años era “inaceptable”.