La audiencia de resentencia de los hermanos Menendez puede continuar a pesar de la oposición del fiscal de distrito, dictaminó un tribunal de Los Ángeles.
Los abogados de los hermanos están tratando de que sean resentenciados a un término menor, lo que potencialmente podría hacerlos elegibles para la libertad.
Erik y Lyle fueron condenados por matar a sus padres en su mansión de Beverly Hills en 1989, un caso notorio que aún divide a los estadounidenses. Actualmente están cumpliendo cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional en California.
El fallo del viernes significa que un par de audiencias de alto perfil la próxima semana para decidir si los asesinos convictos serán resentenciados, continuarán.
El fiscal de distrito de Los Ángeles, Nathan Hochman, ha expresado una feroz oposición a la resentencia de los hermanos, después de que su predecesor pusiera en marcha el proceso justo antes de las elecciones de noviembre.
El esfuerzo de los hermanos se basa en una ley de California que permite a ciertos reclusos que eran menores de 26 años en el momento de sus crímenes solicitar una resentencia y potencial elegibilidad para la libertad condicional, reconociendo que el desarrollo cerebral continúa hasta mediados de los 20 años.
Si los hermanos son resentenciados a 50 años a cadena perpetua como han solicitado, los haría inmediatamente elegibles para la libertad condicional.
Lyle y Erik Menendez comparecieron para la audiencia de forma remota a través de una transmisión de video desde una prisión de San Diego. Ambos estaban vestidos con monos de prisión azules y parecían nerviosos en ocasiones, mirando hacia abajo, balanceándose en las sillas y tomando respiraciones profundas, mientras los fiscales narraban detalles gráficos de los asesinatos.
La oficina del fiscal de distrito argumentó que si bien los fiscales pueden reconocer que los reclusos se han rehabilitado mientras estaban tras las rejas, el acto de resentenciar a alguien debe ser utilizado con cuidado.
El fiscal adjunto Habib Balian criticó al ex fiscal George Gascón, cuyo respaldo al esfuerzo de resentencia permitió que avanzara.
Dijo que la decisión de Gascón de anunciar su apoyo a los hermanos para ser resentenciados justo antes de las elecciones de noviembre, que Gascón perdió frente a Hochman por un amplio margen, fue impulsada políticamente.
La oficina del fiscal de distrito ha argumentado que los hermanos no han asumido plenamente la responsabilidad y han seguido aferrándose a presuntas mentiras en el caso para evitar la culpa.
Mark Geragos, abogado de los hermanos Menendez, argumentó que la oficina del fiscal de distrito estaba más preocupada por volver a litigar el juicio anterior y no había examinado lo que la pareja había estado haciendo en los últimos 35 años en prisión.
La pareja había completado la escolaridad mientras estaban tras las rejas y trabajado para iniciar programas de rehabilitación para reclusos discapacitados y ancianos, junto con personas encarceladas que sufren de trauma, dijo.
El juez dictaminó que los fiscales no lograron mostrar por qué el esfuerzo de resentencia no debería continuar y enfatizó la importancia de mantener la consistencia incluso con cambios en el liderazgo.
“No hay información nueva”, dijo el juez. “Ninguna de esto es realmente nueva. Han mantenido su historia. Se trata de si han sido rehabilitados”.
El caso volvió a estar en el ojo público el año pasado cuando surgieron nuevas pruebas y se estrenó un nuevo drama de Netflix, Monsters: The Lyle and Erik Menendez Story.
La serie presentó el caso a una nueva generación y atrajo la atención de celebridades, incluidas Kim Kardashian y Rosie O’Donnell, que pidieron la liberación de los hermanos.
Los expertos legales dicen que el resultado de la audiencia de resentencia de los hermanos Menendez podría tomar varias formas, dependiendo de cómo decida el juez.
El camino más directo sería negar por completo la resentencia, dejando su sentencia actual -cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional- intacta. Este es el resultado que el fiscal de distrito de Los Ángeles, Nathan Hochman, está promoviendo, argumentando que los hermanos no han aceptado plenamente la responsabilidad de sus crímenes y, por lo tanto, no califican para una sentencia reducida.
Alternativamente, el tribunal podría apoyar la recomendación anterior del ex fiscal George Gascón y sentenciar nuevamente a los hermanos a 50 años a cadena perpetua. Esto los haría inmediatamente elegibles para la libertad condicional, ya que ya han cumplido más de 30 años. Pero la elegibilidad no garantiza la liberación; aún tendrían que convencer a una junta de libertad condicional de que ya no representan un peligro para la sociedad.
Otra posibilidad es que el juez opte por una sentencia modificada que reduzca su castigo pero no abra inmediatamente la puerta a la libertad condicional. En ese caso, los hermanos podrían enfrentar varios años más tras las rejas antes de ser elegibles.
La oferta de resentencia es una de las tres vías que los hermanos han estado siguiendo en los últimos meses con la esperanza de ser liberados.
El gobernador de California, Gavin Newsom, todavía está considerando otra opción: conceder clemencia a los hermanos.
Newsom dijo que los hermanos estaban programados para comparecer ante la junta de libertad condicional del estado el 13 de junio para discutir los resultados de una evaluación de riesgos que había ordenado, examinando si Erik y Lyle representan un peligro para la sociedad.
Dependiendo de los resultados, el gobernador podría otorgar clemencia, conmutando sus sentencias para hacerlos elegibles para la libertad condicional o incluso liberarlos directamente.
La tercera vía que los hermanos han considerado -pedir un nuevo juicio- encontró un obstáculo cuando la oficina de Hochman anunció que se opondrían a la solicitud.