El estado de salud del Papa ha mostrado una “leve mejora” en su sexto día en el hospital, según ha dicho el Vaticano.
El Papa Francisco, de 88 años, fue ingresado en el hospital Gemelli de Roma la semana pasada con una infección respiratoria. Le diagnosticaron neumonía en ambos pulmones.
El miércoles fue visitado por la primera ministra de Italia, Georgia Meloni, quien dijo que estaba “muy feliz de haberlo encontrado alerta y receptivo. Bromearon como siempre. No ha perdido su proverbial sentido del humor”.
Le ofreció sus mejores deseos para una pronta recuperación, en nombre del gobierno italiano y de todo el país.
“Las pruebas de sangre, evaluadas por el personal médico, muestran una leve mejora, especialmente en los índices inflamatorios”, dijo el Vaticano en un comunicado más tarde el miércoles.
A principios de semana, el Vaticano dijo que las pruebas médicas y una radiografía de tórax mostraban “un cuadro complejo”.
La neumonía es una infección grave que puede inflamar y cicatrizar los pulmones, causando dolor en el pecho y dificultando la respiración.
El Vaticano dijo en su última actualización sobre la frágil salud del pontífice que estaba alerta y desayunaba.
Un funcionario del Vaticano dijo que el Papa aún podía levantarse de la cama y sentarse en un sillón en su habitación de hospital, y seguía trabajando.
Ha cancelado una audiencia papal programada para el sábado y no está lo suficientemente bien como para asistir a misa el domingo.
Fuera del hospital, los bienhechores y peregrinos han seguido reuniéndose para rezar, encender velas y escribir notas de ánimo.
