Carlos Alcaraz, de España, hace gestos a los fanáticos después de perder ante Botic van De Zandschulp, de los Países Bajos, en un partido de segunda ronda del campeonato de tenis U.S. Open, el jueves 29 de agosto de 2024, en Nueva York. (AP Photo/Frank Franklin II)
NUEVA YORK— Después de cometer una doble falta para quedar dos sets abajo, una desventaja de la que nunca se ha recuperado, en la segunda ronda del U.S. Open el jueves por la noche, Carlos Alcaraz colgó su bolsa de equipo sobre un hombro y se dirigió hacia el vestuario.
Dirigiendo su mirada hacia su entrenador, Juan Carlos Ferrero, campeón del Abierto de Francia de 2003, Alcaraz señaló con el dedo índice de su mano derecha hacia su sien, luego movió ese dedo, como si dijera: “No estoy pensando con claridad”.
Podría haber sido excusado por estar confundido por lo que estaba sucediendo bajo el techo retráctil cerrado en el Estadio Arthur Ashe en una noche fría, y un set más tarde, la racha invicta de 15 partidos de Grand Slam de Alcaraz llegó a su fin con una derrota desaliñada por 6-1, 7-5, 6-4 ante el clasificado 74, Botic van de Zandschulp.
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“Fue una lucha contra mí mismo, en mi mente, durante el partido. En el tenis, estás jugando contra alguien que quiere lo mismo que tú — ganar el partido — y tienes que estar lo más calmado posible, solo para pensar mejor en el partido e intentar hacer cosas buenas”, dijo Alcaraz. “Hoy estaba jugando contra el oponente, y estaba jugando contra mí mismo, en mi mente. Muchas emociones que no pude controlar.”
El resultado eliminó al favorito previo al torneo en la categoría masculina y ciertamente fue difícil de predecir de antemano, dada la posición en el juego del sembrado número 3 Alcaraz, su excelencia reciente y el currículum mucho menor de su oponente.
Seguido de otra salida en Ashe para una campeona pasada del U.S. Open, Naomi Osaka, quien fue enviada a casa el jueves por Karolina Muchova 6-3, 7-6 (5). Esa no fue tan inesperada como lo que le sucedió a Alcaraz.
Ganó el Abierto de Francia en junio y Wimbledon en julio para elevar su total de títulos de Grand Slam a cuatro, incluida la victoria en Flushing Meadows en 2022. Luego, a principios de agosto, Alcaraz ganó una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de París, perdiendo ante Novak Djokovic en la final.
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Quizás, Alcaraz reconoció, un calendario de tenis al que llamó “tan ajustado” lo agotó demasiado.
“Probablemente, llegué aquí con menos energía de la que pensaba que iba a tener, pero, quiero decir, no quiero poner eso como excusa”, dijo.
Lo que está claro es que nunca encontró su ritmo contra van de Zandschulp, un holandés de 28 años. Alcaraz estuvo muy desacertado, fallando repetidamente los tipos de tiros que suele hacer rutinariamente.
El español de 21 años llegó con un récord de 16-2 en el U.S. Open, donde nunca perdió antes de los cuartos de final en tres apariciones anteriores. Esta también fue su derrota más temprana en cualquier torneo de Grand Slam desde que se retiró en la segunda ronda de Wimbledon en 2021 como adolescente; nunca ha sido eliminado en la primera ronda en un evento de Grand Slam.
Por el contrario, van de Zandschulp solo ha llegado a los cuartos de final de un Grand Slam una vez, llegando hasta allí en el U.S. Open de 2021.
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De lo contrario, no es alguien que la mayoría de la gente hubiera esperado que lograra este tipo de monumental sorpresa. Considere: van de Zandschulp tenía un récord de solo 11-18 para la temporada al comienzo de esta semana y no había ganado partidos consecutivos en un evento de nivel de gira en 2024 hasta ahora.
“Realmente, estoy un poco sin palabras”, dijo. “Ha sido una noche increíble para mí.”
Sin duda lo fue.
La estadística clave probablemente fue que van de Zandschulp ganó el punto en 28 de sus 35 viajes a la red.
El primer set fue increíblemente desequilibrado. Con los potentes golpes de derecha y saques de hasta 132 mph de van de Zandschulp encontrando sus marcas, Alcaraz nunca pareció estar cómodo.
No produjo un solo ganador en ese set y casi duplicó en puntos totales, 24-13. El segundo set fue un poco mejor para él, pero no lo suficiente, y una doble falta regaló un quiebre de servicio que puso a van de Zandschulp arriba 6-5. Cuando Alcaraz empujó un revés ancho para terminar el siguiente juego, van de Zandschulp cerró un juego en blanco que le dio los dos primeros sets después de 1 hora y media de acción.
No pasó mucho tiempo para que Alcaraz quedara detrás por un quiebre en el tercero, también, 3-2, pero hizo una parada inmediatamente —bueno, con algo de ayuda, porque una doble falta de van de Zandschulp cedió un quiebre que lo dejó en 3-3. Alcaraz luego mantuvo su servicio sin ceder puntos y sonrió mientras caminaba hacia el cambio.
Esa sonrisa desapareció rápidamente, sin embargo, porque los errores de Alcaraz seguían llegando, y van de Zandschulp nunca se desmoronó.
“Por supuesto que tuve nervios, pero creo que si quieres vencer a uno de estos chicos, debes mantener la calma y mantener la cabeza en su lugar”, dijo van de Zandschulp, quien enfrentará al sembrado número 25 Jack Draper de Gran Bretaña en la tercera ronda el sábado. “De lo contrario, se aprovechan de ello.”