Amantes del jamón ibérico han sido advertidos por la Guardia Civil de asegurarse de que están obteniendo el producto real.
Su sabor inconfundible y su historia lo convierten en un manjar popular durante la Navidad y Año Nuevo.
La Guardia ha lanzado una alerta para asegurarse de que los consumidores no estén siendo engañados y de que se cumplan los estándares de calidad.
Los compradores deben prestar atención a detalles clave para asegurarse de que están obteniendo el producto genuino.
Es vital prestar atención a los colores de las etiquetas y sellos.
Un portavoz de la Guardia Civil de su unidad medioambiental Seprona dijo: “Los colores de los sellos están definidos por ley, con el negro indicando que el jamón es 100% ibérico, mientras que el rojo equivale al jamón ibérico de bellota (no necesariamente de la raza 100% ibérica)”.
“El verde identifica al jamón ibérico de cebo de campo y el blanco representa al jamón ibérico de cebo.”
Otra cosa a tener en cuenta es el sello de certificación que corresponde a su etiqueta.
Este sello garantiza que el jamón ha pasado por controles de calidad y cumple con las regulaciones establecidas para su categoría.
La Guardia enfatiza la importancia de comprar jamones ibéricos solo en comercios de confianza como supermercados, mercados o tiendas especializadas.
Comprar en mercadillos improvisados o incluso desde el maletero de un coche no solo puede implicar un riesgo de fraude, sino también dudas sobre el estado saludable del producto.
Los clientes también deben estar muy atentos a las ofertas a precios bajos.
“Hay que tener mucho cuidado con las gangas”, dijo la Guardia, ya que el precio es un indicador importante de la calidad del jamón y su autenticidad.
Un estudio reciente realizado por la organización de consumidores OCU señaló que elegir un jamón que ya ha sido loncheado puede costar hasta el doble que comprarlo entero.
El precio del jamón loncheado puede llegar a los 65 € por kilo, mientras que una pieza entera, ya limpia y deshuesada, cuesta alrededor de 37 € por kilo.
Adquirir un jamón entero también permite a los compradores comprobar que es genuino.