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La población envejecida de Francia está superando a las generaciones más jóvenes
Crédito: Pixabay: Alexas_Fotos
Una población envejecida, liderada por el presidente más anciano en la historia de Francia, refleja la tendencia demográfica más amplia de Europa donde las generaciones mayores están dominando cada vez más los recursos, a menudo a expensas de los trabajadores e inversores más jóvenes
Hoy en día, el 20% de la población francesa tiene más de 65 años. Esto ha aumentado desde el 13% en 1970 y para 2070, será casi un tercio de los habitantes del país. Quizás un paralelo a esta cifra demográfica fue el nombramiento de Michel Barnier, el primer ministro más antiguo que había reemplazado a Gabriel Attal, el primer ministro más joven de la historia con 35 años. Uno no puede evitar considerar este paralelo como enormemente significativo, ya que la demografía del país está cambiando rápidamente hacia una población cada vez más envejecida. Esta tendencia se ha vuelto cada vez más evidente desde la década de 2010, cuando las generaciones del baby boom comenzaron a cumplir 60 años.
Las tendencias de envejecimiento de Francia muestran que el aumento de la esperanza de vida está superando la tasa de natalidad
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Según el Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos de Francia (INSEE), la tendencia es más pronunciada ya que la tasa de natalidad de los ciudadanos franceses está disminuyendo rápidamente. En 2023, Francia registró una reducción del 20% en los nacimientos registrados en comparación con 2010. En cifras, esto equivale a 678,000 bebés menos. Si bien los principios matemáticos básicos sugerirían un patrón predecible, hay más variables con las que lidiar. Esto incluye una mejor atención médica para los mayores de 60 años que facilita una mayor esperanza de vida y menos discapacidades. Esto se puede ver en las cifras de poco más de una década. En 2010, por ejemplo, un niño nacido en Francia tenía una esperanza de vida de 78 años, y una niña de 84.6 años. Para 2023, esa cifra se había incrementado en dos años para los hombres y un poco más de un año para las mujeres.
Aguas turbulentas por delante para Barnier mientras los gobiernos luchan con más pensiones
Mientras los mayores de 65 años en Francia pueden esperar más años de vida cómoda con cada vez más pensionistas, hay desafíos que se volverán más inevitables a medida que avance el tiempo. Esto puede convertirse en un problema en toda Europa, con más países prediciendo seguir el mismo camino. Indudablemente habrá una mayor dependencia del erario público, que se verá afectado por la escasez de mano de obra y menores ahorros a medida que comience a enfrentar dificultades socioeconómicas como un país con una población envejecida. En el entorno económico actual, hay más ahorro a expensas de la inversión. A medida que se genera menos crecimiento y disminuye el consumo con la edad, existe la fuerte posibilidad de confrontación en el horizonte para todos los líderes europeos y los mayores de 65 años. En Francia, una cuarta parte del gasto público se destina actualmente a las pensiones, una carga que el país ya no puede permitirse mientras lidia con calificaciones crediticias pobres y una abrumadora deuda nacional de €3.3 billones. Seguramente se tomarán muchas decisiones difíciles, mientras el resto de Europa toma nota.
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