La brutal represión de los manifestantes estudiantiles el año pasado por parte de la ex primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina, mató a tantas como 1,400 personas, un número mucho mayor de lo estimado anteriormente, según un informe de la ONU emitido el miércoles. La violenta respuesta de la Sra. Hasina a la revuelta liderada por estudiantes, que finalmente puso fin a sus 15 años de gobierno, involucró asesinatos extrajudiciales, arrestos arbitrarios y torturas, según una misión de investigación de la ONU. Las acciones de la Sra. Hasina y altos funcionarios bangladesíes posiblemente constituyeron crímenes contra la humanidad, según el informe de la ONU. “Los testimonios y pruebas que recopilamos pintan un cuadro perturbador de una violencia estatal desenfrenada y asesinatos selectivos que se encuentran entre las violaciones más graves de los derechos humanos, y que también pueden constituir crímenes internacionales”, dijo Volker Türk, jefe de derechos humanos de la ONU, en un comunicado. Está claro que “los altos mandos del gobierno anterior eran conscientes y de hecho estaban involucrados en la comisión de violaciones muy graves”, dijo el Sr. Türk a los periodistas. Los abusos incluyeron torturas y malos tratos a niños y violencia sexual contra mujeres, dijo. La Sra. Hasina huyó a la India en agosto cuando los manifestantes estudiantiles se dirigieron a su casa. El gobierno del primer ministro Narendra Modi sigue dándole refugio mientras ella utiliza su posición en la India para intervenir en la política de Bangladesh, complicando los esfuerzos del gobierno interino para reconstruir la democracia del país. La administración interina, liderada por el laureado con el Premio Nobel de la Paz Muhammad Yunus, ha solicitado la extradición de la Sra. Hasina por cargos de genocidio y crímenes contra la humanidad. El gobierno indio, desde hace mucho tiempo aliado de la Sra. Hasina, no ha mostrado signos de cumplir con la solicitud. El informe de la ONU examinó los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad de la Sra. Hasina, los partidarios de su partido político y los manifestantes antigubernamentales durante un período de tres semanas, del 15 de julio al 5 de agosto. La gran mayoría de los muertos, el 12 o 13 por ciento de los cuales eran niños, según la estimación de las Naciones Unidas, fueron abatidos por las fuerzas de seguridad. Miles de personas sufrieron lesiones que cambiaron sus vidas por rifles y escopetas de alto calibre a menudo disparados a corta distancia, dijo. El informe del equipo de investigación de la ONU, de 103 páginas, se basó principalmente en más de 230 entrevistas, incluidas con líderes de protestas, así como con funcionarios de policía y seguridad actuales y anteriores. También se basó en tecnología de video y geolocalización para reconstruir y corroborar relatos de las protestas. Según testimonios gráficos, la policía usó un vehículo antidisturbios para atropellar a los manifestantes mientras les disparaba. En otro caso, una manifestante describió cómo un policía había disparado y matado a un manifestante herido que sostenía en sus brazos, y luego le disparó a ella. Además de los cientos de jóvenes manifestantes muertos, la policía dijo que 44 de sus agentes murieron durante las manifestaciones. El Sr. Türk dijo que los investigadores habían documentado actos de venganza contra los partidarios del partido político de la Sra. Hasina después de las protestas, así como contra la policía y algunas minorías religiosas e indígenas. Las Naciones Unidas pidieron una investigación para determinar la responsabilidad penal por las violaciones. El Sr. Türk dijo que muchos casos ya se habían presentado ante el tribunal interno de Bangladesh que maneja crímenes internacionales. Pero señaló “desafíos y deficiencias” en el sistema legal bangladesí y señaló la posibilidad de perseguir casos a través de países con jurisdicción universal o a través de la Corte Penal Internacional. El Sr. Türk enfatizó la importancia de la responsabilidad legal para ayudar a Bangladesh a salir de su descenso hacia el autoritarismo y romper los ciclos de violencia que durante mucho tiempo han ensombrecido la política bangladesí. La publicación del informe de la ONU se produjo después de un recrudecimiento de la violencia política este mes provocado por un discurso que la Sra. Hasina transmitió desde la India. Estudiantes enojados derribaron e incendiaron un museo que alguna vez fue la residencia del padre de la Sra. Hasina, Sheikh Mujibur Rahman, uno de los fundadores de Bangladesh. Luego, los estudiantes chocaron con partidarios del partido de la Sra. Hasina, al cual el gobierno interino ha prohibido participar en el esfuerzo por reformar el sistema político del país. La violencia llevó al gobierno a lanzar lo que llamó Operación Caza del Diablo, en la que la policía y unidades paramilitares arrestaron a más de 1,300 personas, dijeron los funcionarios.
