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La resolución de año nuevo de Milán es dejar de fumar en la calle, o al menos a una distancia de 10 metros de cualquier otra persona.
A partir del miércoles 1 de enero, la nueva ley local de la ciudad italiana entra en vigor prohibiendo fumar en espacios públicos a menos que sean ‘espacios aislados’ en los que se pueda respetar una distancia de al menos diez metros.
La medida forma parte de una serie de normas aprobadas en 2020 para mejorar la calidad del aire de la ciudad que se han ido aplicando gradualmente en los últimos años. La nueva regla forma parte del Plan Aire-Clima, un proyecto que tiene como objetivo reducir a la mitad las emisiones de carbono (CO2) para 2050.
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La prohibición de fumar en Milán se aplica a todas las calles y espacios públicos
La prohibición de fumar se extiende a todas las áreas públicas o áreas de uso público, y el incumplimiento podría conllevar una multa de entre €40 y €240. La ley también incluye prohibiciones en parques, cerca o alrededor de áreas infantiles, espacios para actividades deportivas, paradas de autobús, paradas de taxis, cementerios, parques para perros, fuera de bares y restaurantes, entradas de lugares de trabajo y terrenos hospitalarios.
La regla solo se aplica al tabaco por el momento, y los cigarrillos electrónicos están exentos. Según datos del Instituto Nacional de Estadística italiano basados en 2023, alrededor del 19 por ciento de los italianos fuman, cifra inferior al promedio del 24 por ciento en la Unión Europea.
Con un precio promedio de alrededor de €6 por paquete en Italia, los cigarrillos también están entre los más baratos de Europa, donde los precios de alrededor de €10 son más comunes.
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