Una mujer de 29 años, Joanna Kowalczyk, fue reportada como fallecida “a causa de las consecuencias del tratamiento quiropráctico” en octubre de 2021, después de sentir un crujido en el cuello. Las circunstancias médicas de Kowalczyk llevaron al Consejo General de Quiropráctica a implementar las reglas necesarias para evitar tales repercusiones médicas.
Antes de visitar al quiropráctico, Kowalczyk había sufrido un derrame cerebral y una disección arterial no diagnosticada. Se sabía que Kowalczyk frecuentaba el gimnasio, por lo tanto, un mes antes de su fallecimiento, se había lastimado el cuello durante una sesión de entrenamiento personal. Dado el hecho, Kowalczyk ya estaba sufriendo una disección arterial, lo que significaba que había una ruptura en su arteria que posiblemente afectaba las arterias vertebrales en su cabeza o cuello. Según el Clínica Mayo, si la disección arterial no se trata de inmediato, podría llevar a la muerte súbita.
Después de escuchar un crujido en el cuello durante la sesión de entrenamiento, Kowalczyk acudió a la sala de emergencias del hospital al día siguiente. Luego se sometió a una tomografía computarizada (TC) y se le recomendó que se realizara una punción lumbar. Se sugirió este procedimiento para descartar la posibilidad de una hemorragia. Sin embargo, Kowalczyk rechazó el consejo médico y tomó la decisión de auto-darse de alta.
Luego buscó cuatro tratamientos quiroprácticos en una clínica no identificada en las semanas siguientes a su fatídica visita al gimnasio. Kowalczyk informó a su quiropráctico sobre su tomografía computarizada, pero no hubo más preguntas sobre su historial médico y, por lo tanto, se procedió con el tratamiento.
Durante el transcurso de sus últimas sesiones, el 16 de octubre de 2021, Kowalczyk experimentó mareos, vómitos, visión doble, entumecimiento en su mano derecha y pie, y dificultad para hablar. El quiropráctico le recomendó que buscara atención médica, a lo que ella se negó. Más tarde ese día, los paramédicos la trataron en casa y le informaron a su familia que sus síntomas eran comunes después de los ajustes quiroprácticos, y le diagnosticaron migraña, sin darse cuenta de que al mismo tiempo estaba sufriendo un derrame cerebral.
A medida que su salud siguió deteriorándose, Kowalczyk fue trasladada de urgencia al Hospital Queen Elizabeth en Gateshead, Reino Unido. Después de solo tres días, Kowalczyk falleció debido a varias complicaciones médicas que había experimentado después de su incidente en el gimnasio.
Leila Benyounes, forense de Gateshead y South Tyneside, una ciudad en Inglaterra, concluyó que la muerte de Kowalczyk el 19 de octubre de 2021, fue causada por “una combinación de las consecuencias del tratamiento quiropráctico después de un evento médico natural”. El caso de Kowalczyk llevó a la forense Benyounes a hacer recomendaciones al Consejo General de Quiropráctica, introduciendo pautas para que los quiroprácticos evalúen el historial médico de un paciente antes de realizar tratamientos.
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