Los marines surcoreanos fueron enviados después de fuertes lluvias monzónicas inundaran una sección rural del corazón del país en julio pasado. Estaban buscando a residentes desaparecidos en aguas de inundación hasta la cintura, pero no llevaban chalecos salvavidas. Tampoco tenían boyas o tubos de seguridad. Cuando el suelo cedió, cinco de ellos fueron arrastrados por el agua marrón revuelta y uno, el Cabo de Infantería de Marina Chae Su-geun, desapareció río abajo, gritando pidiendo ayuda, y más tarde fue encontrado muerto. Casi un año después, la muerte del marine de 20 años se ha convertido en una amenaza de destitución para el líder de Corea del Sur, el presidente Yoon Suk Yeol. Y ha planteado la posibilidad de inestabilidad política en la nación, un aliado clave de Estados Unidos en la creación de un baluarte contra Corea del Norte y China.
