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Por 16 años, Lee Pendleton, un propietario británico en Mallorca, ha estado envuelto en una pesadilla legal y financiera. Lo que comenzó como la compra de una casa familiar de ensueño en Port Andratx se ha convertido en un relato de corrupción, mala gestión y confianza traicionada. En esta entrevista en profundidad, Lee comparte su historia, arrojando luz sobre los desafíos enfrentados por los compradores de propiedades en el extranjero y las fallas sistémicas que lo han dejado a él y a otros propietarios en apuros.
La compra de ensueño se tornó amarga
En 2007, Lee y su familia estaban emocionados de comprar una propiedad en construcción en Port Andratx. Junto con otros compradores de España, Alemania y el Reino Unido, les aseguraron el desarrollador, un abogado y su banco que el edificio era completamente legal y cumplía con las normativas. El apartamento prometía ser un refugio familiar, un lugar para vacaciones y recuerdos preciosos. Confiantes en su inversión, los Pendleton firmaron en la línea punteada.
Sin embargo, solo un año después de la finalización, comenzaron a aparecer grietas—no en las paredes del edificio, sino en las garantías legales que parecían tan seguras. Eugenio Hidalgo, el alcalde de Andratx en ese momento y el desarrollador fueron arrestados por cargos de corrupción. Las investigaciones revelaron que muchas de las licencias de construcción del pueblo, incluidas las del edificio de Lee, supuestamente se habían tramitado fraudulentamente o eran completamente inválidas.
“Sentimos que nos habían quitado el suelo de debajo de los pies”, recuerda Lee. “Confiamos en el sistema, en el abogado, en el banco—todo. Nunca pensamos que esto sucedería.”
Limbo legal y costos en aumento
A pesar de estas revelaciones, Lee y los demás propietarios continuaron pagando sus hipotecas y gastos de mantenimiento, negándose a entrar en mora incluso cuando las dudas sobre la legalidad del edificio crecían. A lo largo de 16 años, los Pendleton han gastado más de medio millón de euros en su propiedad, la cual ahora se encuentra en un limbo legal.
“Hemos tenido abogados, bancos y garantías de los niveles más altos”, dijo Lee. “¿Cómo pudo suceder esto cuando todas las casillas estaban marcadas?” A lo largo de los años, la familia buscó ayuda legal, contratando a 10 abogados diferentes para desenredar la maraña de problemas que rodeaban la propiedad. Sin embargo, ninguno pudo proporcionar una solución. “Nos pasaron de un abogado a otro, cada uno prometiendo que lo resolvería”, dijo Lee. “Pero nadie lo hizo.”
Lee Pendleton ha visto cómo su casa de ensueño se ha convertido en una pesadilla. Ahora, está luchando por la justicia.
Orden de demolición: Un golpe final
La situación alcanzó su punto crítico la semana pasada cuando las autoridades locales emitieron una orden de demolición para el edificio. Se dio a los propietarios 48 horas para desalojar y retirar sus pertenencias. Ahora el edificio está vallado, con vigilancia policial las 24 horas del día—un movimiento que no solo agrava la angustia de los propietarios, sino que también le cuesta al contribuyente español.
Sumado a la angustia de la familia, el terreno en sí, valorado en €10–15 millones, ahora es un imán para los desarrolladores. “Está claro que el terreno es más valioso como villas de lujo que como apartamentos”, comentó Lee. “Los desarrolladores ven el potencial de un valor bruto de desarrollo de €60 millones. No se necesita ser un genio para ver lo que realmente está sucediendo aquí.”
Corrupción y encubrimientos
El escándalo de corrupción en torno al ex alcalde de Andratx reveló problemas sistémicos que han dejado a muchos propietarios, tanto locales como extranjeros, en situaciones precarias. El edificio de Lee es solo un ejemplo de las repercusiones de años de presuntas prácticas fraudulentas. “Lo más frustrante es la falta de responsabilidad”, dijo Lee.
“Las licencias fueron emitidas por el ayuntamiento. El banco aprobó nuestra hipoteca. El abogado nos aseguró que todo estaba bien. ¿Cómo pudieron fallarnos todas estas instituciones profesionales?” El alcalde involucrado en el escándalo ha cumplido dos años en prisión, pero para Lee, las consecuencias de la corrupción persisten.
“Enviar a una persona a la cárcel no soluciona el problema”, dijo. “Todavía estamos viviendo las secuelas.”
Un grito por la comunicación
Quizás el aspecto más frustrante de la odisea para Lee y los demás propietarios es la falta de comunicación de las autoridades locales. A pesar de numerosos intentos de contactar con el ayuntamiento y el gobierno español, los propietarios se han encontrado con silencio.
“Nadie nos dirá qué está pasando o qué sucederá a continuación”, dijo Lee. “Han desconectado los servicios públicos, nos han desalojado y han vallado la propiedad. Pero más allá de eso, no hay claridad.” Aún más preocupante es el rumor de que los desarrolladores han estado reuniéndose con el ayuntamiento para discutir el futuro del terreno. “Si están hablando con desarrolladores sobre nuestro terreno, ¿por qué no nos están hablando a nosotros, los propietarios legales?” preguntó Lee. “Es más que extraño.”
Un llamado a la responsabilidad
Para Lee, la solución radica en legalizar el edificio o compensar a los propietarios. “Esto no se trata solo de nosotros—se trata de proteger a los futuros compradores”, dijo. “Necesitamos que el gobierno se ponga de pie, asuma la responsabilidad y proporcione una solución.” Estima que la compensación para los propietarios debería rondar los €1.5–2 millones por apartamento.
“Hemos invertido todo en esta propiedad”, dijo. “Pero no se trata solo del dinero—se trata del principio.”
La lucha por la justicia
Determinado a hacer responsables a quienes lo son, Lee ha llevado su historia a importantes medios de comunicación, incluidos The Daily Telegraph y The Daily Mail. También planea involucrar a la Unión Europea y la Embajada Británica, con la esperanza de escalar el problema y presionar a las autoridades españolas a actuar.
“Esto no se trata solo de nosotros—se trata del sistema”, dijo. “Si esto nos puede pasar a nosotros, le puede pasar a cualquiera.”
¿Qué nos depara el futuro?
Por ahora, el futuro permanece incierto. Con el edificio desocupado y vallado, es solo cuestión de tiempo antes de que caiga en el abandono. Mientras tanto, Lee continúa pagando su hipoteca, sabiendo que tal vez nunca vuelva a pisar la casa por la que tanto luchó para asegurar.
“Hemos tenido que desconectarnos emocionalmente y pensar en esto como un problema comercial”, dijo. “Pero el impacto en nuestra familia es innegable.” A pesar de los desafíos, Lee permanece firme. “No estoy resentido, pero estoy confundido. ¿Cómo puede suceder esto sin que nadie dé un paso adelante para asumir la responsabilidad?”
La historia de Lee es una advertencia para cualquiera que esté pensando en invertir en propiedades en el extranjero. Su mensaje es claro: “Protégete a ti mismo y no dejes que el sueño se convierta en una pesadilla.”
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