They cannot spend like the big clubs. They cannot afford to make the same mistakes again. They have to be smart and strategic in their approach. That is the challenge, but also the beauty of Dortmund. They are a club that represents the heart and soul of their city.
As they prepare for the Champions League final, they do so with a sense of pride and determination. They have earned their place on the biggest stage in European football, not through lavish spending, but through hard work and dedication.
And as they face off against Real Madrid at Wembley, they will carry the hopes and dreams of their passionate supporters with them. Win or lose, Dortmund will always be a club that stands for something more than just football. They are a symbol of resilience, community, and unwavering spirit.
Cuando la marca se construye sobre la autenticidad, la comercialización desnuda puede resultar incómoda.
Una conversación con Benedikt Scholz, director de internacionalización y asociaciones comerciales del Dortmund, viene a la mente. Esa famosa Yellow Wall ciertamente está poco comercializada considerando cuánto se fotografía, pero eso es completamente deliberado.
De alguna manera, podríamos decir que somos unos lunáticos económicos, sugirió Scholz. Mira la Yellow Wall, ahí están 25,000 personas de pie. Si solo pusiéramos asientos y 20 cajas más [ejecutivas], nuestro ingreso comercial crecería.
Cramer reconoció: A veces es un desafío si hay una línea roja aquí y una línea roja allá. Limita el crecimiento. Lo hace difícil. Pero estoy feliz. Protege tu carácter. Cuida tu ADN. Estate abierto a nuevos desarrollos pero no revolucionarios.
Esto significa que aunque hay oficinas en Nueva York y Singapur, Dortmund no puede expandirse como otros. No estarán organizando juegos de la NFL como Eintracht Frankfurt. Pero esta debilidad es una fortaleza. Es algo que forma parte de nuestra ADN. Nos centramos en el fútbol.
Añadió: Aunque no hemos sido campeones en 11 años, el estadio sigue estando lleno. El interés en el club no se ha perdido. Eso es porque no somos solo un club de fútbol. Por eso la gente entrega su corazón y no solo su dinero.
Uno se pregunta cómo van esas conversaciones con sus colegas ejecutivos cuando están compartiendo pan y también ganándolo. Cramer ofreció un pequeño vistazo, reflexionando sobre lo que Txiki Begiristain, director de fútbol del Manchester City, una vez le dijo que era clave para el éxito sostenido.
Me dijo: ‘Es tan importante que tengas 24 jugadores iguales en tu plantilla porque los jugadores necesitan esa presión’. Por supuesto, sé que es útil para garantizar el éxito en el deporte pero no tenemos el dinero para ofrecerle al entrenador 24 jugadores iguales.
Tenemos que sacar lo mejor de ello.
A veces funciona, a veces no funciona.
No son el Manchester City y no son el gran Real Madrid. Tampoco quieren serlo. Ciertamente no quieren ser como el Bayern Munich. No nos comparamos con el Bayern. Mientras intentemos lo máximo posible por nuestros miembros, está bien.
Hay otro plan, explicado por Cramer ese día. Intenta ser Dortmund. En algún momento, seremos recompensados por esta estrategia. Un año después de esa decepción contra el Mainz, la mayor recompensa que el fútbol europeo de clubes puede ofrecer está a solo 90 minutos de distancia.