El fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI) dice que ha solicitado una orden de arresto para el líder militar de Myanmar, Min Aung Hlaing, por crímenes de lesa humanidad cometidos contra los musulmanes rohingya. Karim Khan dijo que existen motivos razonables para creer que Min Aung Hlaing tiene responsabilidad penal por la persecución y deportación de los rohingya a Bangladesh. Cientos de miles de rohingya huyeron de Myanmar en 2017 para escapar de una campaña que la ONU ha descrito como genocidio lanzada por el ejército birmano. Pero el gobierno de Myanmar lo ha negado, diciendo que solo estaba llevando a cabo una campaña contra los militantes rohingya. Los ataques contra los rohingya comenzaron en 2017, después de que los militantes rohingya lanzaron ataques mortales contra más de 30 puestos de policía en Myanmar. Dijeron que las tropas respondieron quemando sus aldeas, y atacando y matando a civiles. Al menos 6,700 rohingya, incluidos al menos 730 niños menores de cinco años, fueron asesinados en el mes posterior al estallido de la violencia, según la organización benéfica médica Médecins Sans Frontières (MSF). Amnistía Internacional dice que el ejército de Myanmar también violó y abusó de mujeres y niñas rohingya. La impactante violencia contra los rohingya provocó una protesta internacional y demandas de rendición de cuentas, algo que resultó difícil, con la entonces líder birmana Aung San Suu Kyi negándose a enjuiciar a sus generales. Myanmar no es signatario de la Corte Penal Internacional, por lo que inicialmente parecía imposible presentar un caso contra el ejército allí. Sin embargo, los fiscales de la CPI argumentaron más tarde que como algunos de los presuntos crímenes, principalmente la deportación, también ocurrieron en Bangladesh, que es signatario, había motivos para un encausamiento. Ahora, después de cinco años de investigación, el fiscal jefe dice que tiene suficientes pruebas para solicitar una orden de arresto internacional contra Min Aung Hlaing. Un panel de tres jueces de la CPI debe ahora pronunciarse sobre la solicitud del fiscal. También hay un caso de genocidio en curso contra el ejército en la Corte Internacional de Justicia. Las organizaciones de derechos humanos recibieron con agrado la noticia de la orden de arresto de Min Aung Hlaing, una de ellas la calificó como un “día de celebración”. “La solicitud de orden de arresto del fiscal de la CPI es una fuerte advertencia a los líderes militares abusivos de Myanmar de que no están más allá del alcance de la ley,” dijo Maria Elena Vignoli, consejera principal de justicia internacional de Human Rights Watch. “Este es un día raro de celebración para los rohingya,” dijo Tun Khin, presidente de la Organización Rohingya de Birmania en el Reino Unido, a la agencia de noticias Reuters. “Hoy finalmente hemos dado otro paso hacia la justicia y la rendición de cuentas.” Myanmar se encuentra actualmente en medio de una guerra civil, con el ejército de Min Aung Hlaing habiendo sufrido pérdidas significativas. Min Aung Hlaing llegó al poder por primera vez en 2021, después de liderar un golpe contra el gobierno electo de Aung Sang Suu Kyi. Se ha convertido en un paria internacional desde que lanzó su desastroso golpe, y rara vez viaja, por lo que es poco probable que alguna vez termine en un tribunal en La Haya. Pero para los cientos de miles de rohingya atrapados en miserables campos en Bangladesh, este caso al menos puede mostrar que no han sido olvidados.