CIUDAD DE MÉXICO (AP) — La nueva Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, comenzará su día el miércoles de manera muy similar a como lo hacía su mentor político, el ex-Presidente Andrés Manuel López Obrador: con una conferencia de prensa matutina desde el Palacio Nacional.
Cómo se desarrollarán las conferencias, conocidas en México como mañaneras, aún está por verse. Bajo el mandato de López Obrador, eran maratónicas, con diálogos folclóricos, enfrentamientos verbales con la prensa y, frecuentemente, largas lecciones de historia del carismático e incansable López Obrador. Sus habilidades oratorias convirtieron sus conferencias en un arma política poderosa.
Los analistas coinciden en que Sheinbaum intentará crear su propia marca personal, pero inevitablemente será comparada con el hombre que estableció el estándar.
No es sorpresa que Sheinbaum haya decidido continuar con la exitosa fórmula de su mentor, ya que ha prometido continuar virtualmente todo lo que él hizo. Esperará establecer la agenda diaria de la prensa al igual que López Obrador lo hizo durante su presidencia.
Después de su victoria en las elecciones del 2 de junio, la ex alcaldesa de la Ciudad de México comenzó a realizar conferencias de prensa al mediodía que concluían en media hora. Sheinbaum comenzaba con anuncios y luego respondía preguntas de los periodistas.
No ha compartido detalles sobre cómo serán sus mañaneras, pero se espera algo más breve y más adecuado a su personalidad enfocada en los datos.
Durante su presidencia, que concluyó el lunes, el López Obrador de 70 años realizaba conferencias diarias de lunes a viernes. Las conferencias duraban entre dos y tres horas, luego respondía preguntas de los periodistas, muchos de ellos pro-gobierno. También utilizaba la plataforma para criticar frecuentemente a los medios críticos y a sus adversarios.
Así es como logró el objetivo estratégico de “ganar la batalla por el control de la realidad”, dijo el consultor de comunicación Luis Antonio Espino en su libro, “López Obrador: El Poder del Discurso Populista”.
Pero Sheinbaum, una científica convertida en política de 62 años, tiene otro estilo.
“Como comunicadora es diferente”, dijo Roy Campos, presidente de la empresa de encuestas Consulta-Mitofsky. Dijo que Sheinbaum tiene un estilo de habla “sobrio”. Transmite una imagen de “una profesora universitaria que intenta demostrar seriedad y verdad a través de la ciencia”, agregó.
Eso está muy lejos del López Obrador folclórico. El ex presidente hablaba durante horas, con mucho lenguaje coloquial, y disfrutaba confrontar públicamente a sus adversarios. Según Espino, el carismático ex presidente utilizaba sus discursos para crear “vínculos emocionales para lograr su verdadero objetivo”.
Con sus poderosos discursos, López Obrador logró dejar el cargo con una aprobación aún por encima del 60%. Su legado lo convierte en uno de los presidentes más populares de la historia reciente de México.
Ahora surge la pregunta de si Sheinbaum podrá captar la atención y ganar la empatía que López Obrador consolidó durante su mandato de seis años.
Campos dijo que todo depende de cómo se presentará frente a las cámaras.
“Ella intentará crear esa empatía que López Obrador creó”, dijo. “Veremos si esta presencia diaria le dará control de la agenda de la prensa o popularidad”.