La tasa anual de inflación de ESPAÑA ha caído bruscamente al 2.8% en julio, en comparación con el 3.4% registrado en junio.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) dice que la tasa está en su nivel más bajo desde febrero pasado.
La inflación subyacente, que excluye los precios de los alimentos frescos y la energía, ha bajado al 2.8%, 0.2% menos que en junio.
Es la tasa central más baja en más de un año y se ajusta ampliamente a las previsiones de los expertos.
“El cambio en la tasa general se debe a una caída en los precios de la electricidad y los bienes en los últimos 12 meses, y en menor medida en ocio y cultura”, explicó el INE.
Los pronosticadores creen que se espera que las tasas rondan el 3% a finales de año, lo que tendrá una tasa promedio de alrededor del 3.2%.
Las reducciones del IVA en las facturas de electricidad se eliminaron este año, lo que significa que la caída en los precios de la energía ha sido ayudada por menores costos mayoristas de materias primas.
La brusca caída de julio es mejor de lo esperado según Raymond Torres, director de Situación Económica en Funcas.
La tasa de IPC central es como se predijo, evidenciando la resistencia de los precios en el sector de servicios.
El principal problema radica en este componente, que es ‘resistente a la baja debido a la fuerte demanda asociada con el turismo y, en algunos sectores, la falta de competencia’.
Este factor, según Torres, es el principal obstáculo para que la inflación caiga a alrededor del 2%.