La Guardia Civil ha denunciado al patrón de un barco de pesca por presuntamente comercializar dos toneladas de anchoa inmadura, una práctica que viola las regulaciones de sostenibilidad de las especies marinas.
El patrón, que ahora enfrenta una multa de 60,000 euros, comercializó las capturas en San Pedro del Pinatar después de que fueran rechazadas en el puerto de Torrevieja.
El pasado martes, los agentes medioambientales de Seprona recibieron una advertencia sobre un posible vertido de pescado inmaduro en la subasta de Torrevieja. A su llegada, el barco que intentaba descargar la carga ya había abandonado el puerto después de que la subasta se negara a aceptar la mercancía, porque no cumplía con las regulaciones de comercialización. Según un testigo, el patrón del barco se dirigió hacia el mercado de pescado en San Pedro del Pinatar.
Los agentes se trasladaron a San Pedro donde, en colaboración con el inspector del Servicio de Pesca y Acuicultura de la Región de Murcia, pudieron inspeccionar la carga.
Durante la inspección, se encontró una cámara de almacenamiento cerrada que contenía siete cubos de anchoa sin documentación. Un trabajador informó que el pescado pertenecía al barco investigado y que, al ser inferior al tamaño mínimo, estaba destinado a la producción de harina de pescado.
Una muestra de la captura mostró que la media era de 146.7 ejemplares por kilogramo, superando el límite permitido de 125 ejemplares por kilogramo. En total, se incautaron 1,901 kilogramos de anchoa inmadura, la mayor incautación de este tipo de pescado en la provincia de Alicante por parte de la Guardia Civil.
Las capturas fueron inmovilizadas y retiradas para su destrucción. Además, el empleador del barco ahora enfrentará una multa de hasta 60,000 euros.