Murcia, 7 de abril de 2025 – La Guardia Civil en la Región de Murcia ha llevado a cabo la Operación ‘Mazave’, como parte de los esfuerzos continuos para combatir el tráfico de drogas. La operación ha resultado en el desmantelamiento de toda una infraestructura utilizada para el cultivo a gran escala de marihuana en una propiedad rural cerca de la capital murciana.
Como parte de la operación, los agentes detuvieron al propietario de la propiedad y desmantelaron todo el equipo utilizado para la producción activa y manipulación de cannabis.
La investigación comenzó en febrero, cuando la policía fue alertada sobre un robo violento en una vivienda en el distrito de Sangonera la Seca de Murcia.
Una redada de drogas fallida
Al llegar a la escena, los agentes descubrieron que el robo podría haber sido un intento fallido de robo de drogas. Al parecer, los asaltantes ingresaron a una propiedad haciéndose pasar por policías y empuñaron armas de fuego, incluso disparando varias veces. Sin embargo, habían atacado la propiedad equivocada y huyeron sin completar el robo.
La Unidad de Policía Judicial continuó investigando y descubrió vínculos entre la propiedad vecina y el tráfico de drogas. Inspecciones forenses y recopilación de pruebas confirmaron las sospechas, especialmente dado que el residente y propietario de la propiedad tenía antecedentes penales por delitos similares y se descubrió que tenía una conexión eléctrica ilegal.
Una vez que se recopiló suficiente evidencia, los agentes obtuvieron una orden para registrar la finca de 26,000 metros cuadrados en Sangonera la Seca. Durante la búsqueda, se encontraron varios tipos de drogas y se arrestó al sospechoso por delitos que incluyen cultivo y producción de drogas, robo de electricidad y posesión ilegal de armas.
Invernadero subterráneo
Durante la búsqueda, los agentes descubrieron un búnker subterráneo oculto que albergaba un invernadero de marihuana en el interior. En ese momento, contenía alrededor de 100 plantas de marihuana. Además de las plantas, las autoridades incautaron equipos de alta gama para iluminación, calefacción, riego y ventilación. También confiscaron cuatro kilogramos de cogollos de cannabis, 75 gramos de MDMA y un rifle de caza no documentado con munición.
Los investigadores determinaron que toda la finca había sido preparada para el cultivo intensivo de marihuana en interiores durante varios años. Se encontraron numerosas macetas desmanteladas, bolsas de nitrato y materiales relacionados alrededor de la casa, lo que apuntaba aún más a una actividad ilegal de larga data.
Medidas de alta seguridad
Las autoridades también notaron extensas medidas de seguridad en la propiedad. El sitio estaba equipado con un sistema de vigilancia sofisticado que incluía más de 20 cámaras de seguridad de alta potencia. Además, alrededor de 10 perros potencialmente peligrosos habían sido colocados estratégicamente alrededor del perímetro para disuadir a los intrusos.