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El martes, el Parlament de les Illes Balears aprobó por unanimidad una ley que penalizará la realización de fiestas ilegales y actividades molestas en viviendas que se comercializan como alojamientos turísticos.
Josep Castells de Més per Menorca, quien propuso el proyecto de ley, argumentó que el marco legal actual no proporciona una respuesta al uso de alquileres turísticos para una actividad “molesta”. Esto se agrava por la dificultad de perseguirlo a través de vías administrativas, dejando indefensa a la población en general que sufre sus efectos.
La propuesta implica ampliar el concepto de fiesta ilegal, incorporando a la ley sobre actividades aquellas fiestas que se celebran en propiedades de alquiler turístico entre las 11 p.m. y las 8 a.m. El objetivo es penalizar a los propietarios de alojamientos turísticos que no tomen medidas para evitar que sus clientes realicen fiestas perturbadoras. “Los propietarios no pueden lavarse las manos de este problema”.
El proyecto de ley, que ahora inicia su tramitación parlamentaria, establece sanciones por infracciones leves de entre 1,500 y 3,000 euros, y por infracciones graves de entre 15,000 y 30,000 euros, con la sanción adicional de la posible pérdida de la licencia turística para el propietario de la propiedad y la imposibilidad de recuperarla durante tres años. Todos los grupos políticos lo han apoyado.
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