Algunas de las compañías más impactantes del mundo fueron fundadas por visionarios de edad universitaria, piensa en Facebook, Microsoft y Dell. Aunque es poco probable que la empresa con sede en Brooklyn, Cresilon, logre niveles de tamaño e influencia tan grandes como los de estos gigantes tecnológicos mencionados anteriormente, la startup ha recorrido un largo camino impresionante desde su fundación en 2010 por Joe Landolina, quien era estudiante de primer año en la Universidad de Nueva York en ese momento.
Cresilon ha recaudado alrededor de $130 millones en dólares de capital de riesgo y ha crecido hasta comprender a más de 80 empleados, y la semana pasada, la compañía obtuvo su segunda autorización de la FDA para uso humano. La FDA otorgó la autorización 510(k) a Traumagel, el gel de la startup que puede detener el sangrado en solo segundos, para uso externo temporal para controlar sangrados moderados a graves.
La empresa comenzó hace casi más de una década cuando un Landolina de 17 años extrajo polímeros de las paredes celulares de las algas y descubrió una matriz que se uniría instantáneamente al tejido vivo. Tuvo la idea de aplicar este concepto a una herida traumática sangrante: quería crear una manera de inyectar este gel en una herida que sangra activamente para crear un sello temporal.
Los productos de Cresilon solo fueron utilizados por veterinarios hasta junio del año pasado, cuando el gel hemostático de la compañía, diseñado para el manejo local de heridas sangrantes como cortes menores y abrasiones, fue autorizado por la FDA para uso humano.
Traumagel, el producto que la FDA autorizó la semana pasada, está diseñado para controlar el sangrado de heridas traumáticas en segundos cuando se aplica en el punto de atención.
“Traumagel funciona creando instantáneamente una barrera mecánica contra el sangrado en el sitio de la herida. Esa barrera permite que el paciente produzca rápidamente su propio coágulo natural que no se incorpora con Traumagel, lo que permite que Traumagel luego se retire sin perturbar el coágulo”, explicó Landolina.
El producto es útil en cualquier instancia de sangrado moderado a grave, incluidas heridas de bala, lesiones por apuñalamiento y laceraciones, señaló.
El producto se venderá principalmente a hospitales de trauma, militares y agencias de EMS y primeros respondedores, agregó Landolina.
“La misión de Cresilon es salvar vidas. Nuestra visión es crear un mundo sin riesgo de desangramiento proporcionando métodos más rápidos y confiables para detener el sangrado en la atención de traumas, cirugía y salud animal”, declaró.
Para él, los geles de Cresilon se destacan en comparación con los muchos polvos, gasas y esponjas utilizados hoy en día para detener el sangrado. Estos productos son difíciles de aplicar porque un primer respondedor debe empacarlos físicamente, pulgada por pulgada, en una herida de bala, lo que puede ser doloroso y arriesgado, señaló Landolina.
Él cree que la facilidad de uso de Cresilon ayuda a diferenciar sus geles de otros métodos para controlar el sangrado.