La semana pasada, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva para detener toda ayuda a Sudáfrica y ofrecer estatus de refugiado a los sudafricanos blancos.
La orden denunció la discriminación racial patrocinada por el gobierno, incluida la confiscación de propiedades de forma discriminatoria, y acusó a Sudáfrica de un desprecio impactante por los derechos de sus ciudadanos. Específicamente, pidió el reasentamiento de los afrikaners blancos, descendientes en su mayoría de colonos holandeses y parte de la minoría blanca del país.
La orden de Trump se centra en la Ley de desposeimiento de 2024 de Sudáfrica, que permite al gobierno tomar tierras agrícolas de los afrikaners blancos sin compensación cuando no se estén utilizando o cuando sea de interés público.
Esta ley busca abordar las desigualdades arraigadas desde el dominio colonial y la segregación étnica legalizada, cuando los residentes negros fueron despojados de sus tierras. Aunque el apartheid terminó en la década de 1990, las desigualdades persisten. Los sudafricanos blancos representan el 7 por ciento de la población pero poseen alrededor del 70 por ciento de las tierras de cultivo privadas del país.
Trump y su aliado Elon Musk han criticado al gobierno sudafricano por su supuesto racismo anti-blanco, una acusación que el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa ha negado. Críticos de la Ley de Reforma Agraria han argumentado que la orden de Trump se basa en desinformación y que los derechos de propiedad privada están protegidos en Sudáfrica.
La suspensión de la ayuda a Sudáfrica detendría casi medio billón de dólares al año, la mayoría de los cuales se destina al programa de VIH/SIDA más grande del mundo. Jonny Steinberg, escritor sudafricano y profesor en Yale, discutió con Noel King sobre la atención de Trump a los afrikaners.
La conversación abordó el apartheid en Sudáfrica, el proceso de reconciliación posterior y los desafíos que enfrenta la comunidad afrikaner en la actualidad. Steinberg también comentó sobre la violencia contra los agricultores blancos en Sudáfrica y la propuesta de Trump de reasentar a los afrikaners en Estados Unidos.
La idea de Trump de ayudar a los afrikaners ha generado diversas reacciones, desde la sorpresa hasta la ironía. A pesar de las críticas al gobierno sudafricano, la propuesta de reasentamiento no ha sido ampliamente respaldada por la comunidad afrikaner. La ironía de ofrecer preferencias a una comunidad acomodada en un continente marcado por la pobreza no ha pasado desapercibida.
La propuesta de Trump ha sido vista como una estrategia para mostrar poder y desafiar las políticas extranjeras de otros países. A pesar de la retórica utilizada, la realidad de la situación en Sudáfrica es más compleja y requiere un enfoque cuidadoso y equilibrado para abordar las desigualdades históricas y actuales.