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A través del prisma de la filosofía taoísta, el proyecto final de Keer Zhang en Central Saint Martins refleja tanto su desarrollo artístico como su dedicación al bienestar animal. Con un enfoque en la antigua cultura china y en los urgentes problemas medioambientales de hoy, el trabajo de Zhang ofrece un comentario reflexivo tanto sobre el mito como sobre la realidad cuando se trata de los animales. También es un vistazo a su evolución como artista, ya que pasa de métodos tradicionales a enfoques más modernos como instalaciones a gran escala y animación.
En la Unidad 1, el enfoque de Zhang estaba en la vida marina, especialmente en la tortuga marina en peligro de extinción. Su animación exploraba el marcado contraste entre la reverencia que la antigua China tenía por los animales, especialmente por el dios tortuga ‘Xuanwu’, y el daño causado por la negligencia medioambiental moderna. La narrativa es inquietante: un personaje, después de tomar pastillas para dormir, se encuentra transportado de vuelta a la antigua China, donde el maltrato de las criaturas marinas refleja la crueldad que todavía enfrentan hoy en día. Zhang acompañó esta animación con una instalación simbólica: bolas de plástico representando huevos de tortuga y un arpón para significar la violencia contra la vida marina, sumergiendo al espectador profundamente en su mensaje de urgencia medioambiental.
Es sorprendente cómo Zhang, a pesar de ser una nueva animadora, decidió aventurarse en lo desconocido en este trabajo temprano. Su decisión audaz habla mucho sobre su valentía y determinación para encontrar nuevas formas de transmitir sus mensajes. Ella enfatiza la naturaleza delicada de los ecosistemas marinos a través de símbolos como la arena y los huevos de plástico en su instalación. Al producir estas obras, llama a la responsabilidad humana de proteger a las especies más vulnerables del planeta. Incluso integró un libro en blanco y negro que creó durante un taller de publicación de CSM, mostrando su habilidad para combinar diferentes formas de arte en un mensaje cohesivo y multidimensional.
Para su proyecto final, Zhang dio un giro desde la animación y se adentró en instalaciones a gran escala, creando cuatro figuras animales: un ciervo, un ganso, una tortuga y un conejo. Estos animales no fueron elegidos al azar; están cargados de simbolismo taoísta y representan su inmersión más profunda en la mitología china, la religión y los temas medioambientales. Cada animal tiene un lugar específico en las creencias taoístas. El ciervo, símbolo de longevidad y buena fortuna, representa los ideales taoístas de vivir en armonía con la naturaleza, mientras que el conejo, vinculado a la luna y a la inmortalidad, refleja su continua fascinación con la conexión espiritual entre humanos y animales.
A través de estas instalaciones, Zhang no solo da vida a estos mitos taoístas, sino que también arroja luz sobre la crisis actual que enfrenta la vida silvestre. Sus esculturas, ricas en significado religioso y cultural, amplían la conversación sobre la importancia espiritual y ecológica de los animales hoy en día. La tortuga, una figura prominente en su trabajo anterior, reaparece en su proyecto final, simbolizando el hilo continuo de su viaje artístico y su compromiso inquebrantable con las causas medioambientales.
En su tesis, Zhang profundiza en la representación taoísta de los animales en el arte, argumentando que el antropomorfismo es clave para entender sus roles espirituales y culturales. En el taoísmo, los animales no son solo criaturas; se los ve como seres divinos con quienes los humanos comparten una conexión espiritual. Zhang conecta esta idea con los movimientos medioambientales modernos, sugiriendo que proteger a los animales no es solo una responsabilidad moral, sino también espiritual. Al explorar los significados simbólicos de animales como el dragón y el fénix, ella se sumerge en la riqueza del patrimonio chino al tiempo que aboga por la conservación del mundo real.
El cambio de Zhang de la animación a las instalaciones a gran escala fue una movida audaz, que destaca su versatilidad como artista. A diferencia de la animación, las instalaciones dominan el espacio físico e invitan a una experiencia más inmersiva y práctica para el espectador. La misma Zhang menciona que estas instalaciones la obligaron a enfrentar nuevos desafíos técnicos y materiales, lo que finalmente llevó a avances personales. La escala ambiciosa de su proyecto final, que es el más grande hasta la fecha, habla de este crecimiento.
Aunque Zhang ha expresado preocupaciones de que su salud pueda evitar que continúe creando obras a gran escala en el futuro, sigue comprometida a explorar sus temas centrales: la protección animal y la filosofía taoísta. Planea volver a la animación y la pintura, continuando investigando la intersección entre animales, naturaleza y espiritualidad. Su constante impulso por experimentar con nuevos medios refleja una curiosidad inquieta que seguramente alimentará su viaje artístico en los años venideros.
El trabajo de Zhang no se trata solo de expresión artística; es un apasionado llamado a la acción. Sus proyectos nos recuerdan que el arte tiene el poder de crear conciencia sobre urgentes problemas medioambientales, y su uso innovador de múltiples medios lleva ese mensaje a una audiencia más amplia. Ya sea a través de la animación, los libros o las grandes instalaciones, Zhang destaca constantemente la necesidad de una relación equilibrada con el mundo natural, combinando su amor por la antigua cultura china con su preocupación por el futuro de la vida silvestre del planeta.
Al final, el proyecto final de Keer Zhang representa la culminación de años de exploración artística y crecimiento personal. Al combinar las creencias taoístas tradicionales con las preocupaciones medioambientales modernas, ha creado un cuerpo de trabajo que no solo es visualmente cautivador, sino también profundamente provocativo. Su capacidad para pasar sin problemas entre medios y comprometerse con temas culturales y ecológicos complejos la señala como una artista cuya influencia resonará mucho más allá de su tiempo en Central Saint Martins.
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