En una tarde reciente, el diseñador Dries Van Noten se sentó en el antiguo almacén que alberga la sede de su oficina en Amberes, con sus paredes de concreto desnudo, armarios de roble vintage y vistas al puerto de la ciudad. Estaba alterando una chaqueta para su próximo desfile de moda masculina: un retoque aquí, una costura movida allí. Entonces, según relató más tarde el Sr. Van Noten, un miembro de su equipo señaló que era la última pieza de la colección masculina de esta temporada.
En marzo, seis años después de vender la compañía que fundó en 1986 a Puig, el grupo de lujo español, el Sr. Van Noten, de 66 años, hizo algo verdaderamente raro en la moda: anunció su retiro. Este desfile de moda masculina, el próximo sábado en París, será el último.
Inmediatamente después de que se dio la noticia, el Sr. Van Noten se retiró a su casa en la Costa Amalfitana en Italia, con su pareja en la vida y la moda, Patrick Vangheluwe, el director creativo de su marca, quien también se está retirando. Ha sido, dijo, “una montaña rusa emocional”.
Algunos días, dijo: “Oh Dios mío, ¿por qué? No sé por qué. Algunos días estoy completamente convencido. Algunos días pienso, es demasiado temprano”.
Su equipo ha comenzado a diseñar la colección de mujeres para septiembre, y ha visto algunas muestras. “Piensas, ‘Oh, ¿han seleccionado ese color?’ Pero no puedo decir nada”. Resopló ante su incapacidad para desconectarse. “Está bien, no está funcionando del todo”.
Vestía su suéter azul marino habitual, camiseta blanca y chinos, sentado en su oficina, que está en medio de empacar. (Se está mudando a un espacio más pequeño en el almacén). “Ya limpié mucho, preparándome mentalmente”, dijo. “No es realmente un divorcio, pero se siente bastante simbólico”.
Cada cierto tiempo, mientras hablaba, sus ojos se volvían vidriosos, parpadeaba y apartaba la mirada. “Después del desfile de hombres, voy a tener otra dirección de correo electrónico”, dijo. “Ya no seré @driesvannoten. Ahora tengo que encontrar un nombre para Instagram, porque mi Instagram es Dries Van Noten, y esa es la marca. Es extraño. Eso no lo vi venir”.
Durante casi 40 años, desde que tenía 28, se dedicó a construir su visión de cómo deberían vestirse las personas: una combinación casi alquímica de colores e ideas enfrentadas: masculinidad y feminidad, rosa salmón y azul cobalto, geométricos e iris, lo colegiado y lo barroco, que en sus manos encuentra armonía de alguna manera. Ahora debe dejarlo en manos de los demás.
“Da miedo”, dijo. “Es un gran vacío. Es como, ¿qué va a pasar después, con mi nombre?”
La moda es conocida por ser terrible en la planificación de jubilaciones y sucesiones. Karl Lagerfeld, el diseñador de Chanel, Fendi y su propia marca, murió en pleno trabajo a los 85 años en 2019. Ralph Lauren, de 84 años, y Giorgio Armani, de 89, aún están firmemente al mando de las casas que fundaron. Lo mismo sucede con Rei Kawakubo, de 81 años; Yohji Yamamoto, de 80; y Miuccia Prada y Patrizio Bertelli (75 y 78). Jil Sander, quien vendió su compañía a Prada en 1999, terminó volviendo a la marca que lleva su nombre no una, sino dos veces, antes de cortar finalmente los lazos.
Curiosamente, dos de los retiros más exitosos fueron realmente gestionados por los pares de Bélgica de Mr. Van Noten: Martin Margiela, quien vendió su casa de moda a Only the Brave en 2002, se fue en 2009 y se ha transformado en un artista; y Ann Demeulemeester, quien se retiró en 2013 y se enfoca en el diseño de muebles.
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