En el yermo desolado del universo apocalíptico de George Miller, “Furiosa: Una Saga de Mad Max” emerge como una impresionante precuela que empuja los límites de lo que el cine puede lograr. Desde la escena inicial, donde una joven Furiosa (interpretada por la cautivadora Alyla Browne) recoge frutas cerca de su hogar bucólico, hasta las persecuciones de vértigo a través de dunas de arena y tormentas de arena, esta película es un épico relato de supervivencia, venganza y redención.
A medida que el mundo caía, la joven Furiosa es arrebatada del Lugar Verde de las Muchas Madres y cae en manos de una gran Horda de Motoristas liderada por el Señor de la Guerra Dementus. Barridos por el Yermo, se encuentran con la Ciudadela presidida por El Inmortal Joe. Mientras los dos Tiranos luchan por el dominio, Furiosa debe sobrevivir a muchas pruebas mientras reúne los medios para encontrar su camino a casa.
El personaje de Chris Hemsworth plantea una pregunta: “¿Tienes lo necesario para hacerlo épico?”, la película responde con un rotundo sí. Miller, el visionario detrás de “Mad Max: Fury Road”, ofrece más acrobacias increíbles, con un espíritu aún mayor. Furiosa no se trata solo de acción; es un viaje emocional. Presenciamos la evolución de Furiosa desde una niña virtuosa hasta una mujer endurecida. La Furiosa adolescente, interpretada por Browne, es absorbente, reminiscente de una joven Jodie Foster. La Furiosa mayor de Anya Taylor-Joy continúa sin problemas el arco del personaje, dejándonos absortos por su resistencia y determinación.
La construcción del mundo de Miller sigue siendo impecable. Revisitamos fortalezas del yermo como Gas Town y Bullet Farm, y la Ciudadela, ahora dirigida por un Inmortal Joe más joven. Los torpes hijos Rictus y Scrotus regresan, y los favoritos de los fans de “Fury Road” reciben guiños. La atención al detalle nos sumerge en este reino salvaje y abrasado por el sol.
La Furiosa de Taylor-Joy no aparece hasta una hora en la película, pero vale la pena la espera. El trabajo previo de Browne asegura una transición perfecta. La interpretación de Taylor-Joy captura la esencia del personaje, haciéndonos olvidar el cambio entre actrices. Su entrada, durante una carrera de aceite a través del yermo, es un primer plano digno que consolida su lugar en el legado de Furiosa. La mente maestra de Miller detrás de la cámara orquesta otro giro glorioso, las acrobacias de circo mareantes y las carreras de arrastre a toda velocidad siguen siendo espectaculares, recordándonos por qué el universo de Mad Max de Miller ha sobrevivido.
La interpretación de Charlee Fraser como la madre de Furiosa añade profundidad a su vínculo, preparando el escenario para una disputa de una década con Dementus. Dementus de Chris Hemsworth, una figura mesiánica, se convierte en el némesis de Furiosa. Su disputa se desarrolla sobre dunas de arena y a través de tormentas de arena, culminando en una persecución emocionante. Las apuestas son personales: venganza, dolor y el deseo de volver a casa. El desierto se convierte en un lienzo para su conflicto, y nosotros somos arrastrados en el viaje.
Nueve años después de “Fury Road”, la adición de Miller a la saga de Mad Max demuestra que el apocalipsis todavía tiene historias que contar. Si bien el final puede ser anticlimático para algunos, el viaje vale cada momento de palpitar del corazón. Prepárate para Furiosa: Una Saga de Mad Max, un viaje fascinante que nos deja con ganas de más.
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