Florida A&M University estaba a punto de recibir la mayor donación privada de la historia a una universidad históricamente afroamericana: $237 millones, mucho más allá del endowment de la institución. El dinero fue prometido por un hombre de 30 años que había narrado su ascenso desde la infancia en cuidado de crianza hasta convertirse, como él mismo dijo, en el productor más joven de cáñamo industrial afroamericano de Texas.
El primer fin de semana de mayo, Florida A&M University celebró la extraordinaria contribución de Gregory Gerami con toda la pompa necesaria. Habló en la ceremonia de graduación. Administradores vestidos con togas posaron con un cheque gigante. Gerami incluso aseguró a la audiencia que “el dinero estaba en el banco”.
Sin embargo, no lo estaba, y es posible que nunca lo esté.
Después de la reacción pública por la aparente falta de evaluación adecuada de Gerami y la donación, FAMU dijo que la donación está en pausa, frustrando las expectativas de estabilidad financiera aumentada para la institución de 137 años y sus 9,000 estudiantes. Gerami insiste en que todo se resolverá finalmente, pero otras universidades pequeñas a las que se acercó con propuestas de donaciones importantes nunca recibieron dinero.
Gerami contactó a la oficina de desarrollo de Florida A&M sobre una donación el otoño pasado, según Shawnta Friday-Stroud, entonces vicepresidenta de avance universitario. Los funcionarios de la universidad, incluido el presidente Larry Robinson y la directora atlética Tiffani-Dawn Sykes, comenzaron a reunirse con él virtualmente poco después.
En enero, Spelman College en Atlanta publicitó una donación de $100 millones, entonces considerada la donación más grande a cualquier HBCU. Los funcionarios de FAMU dicen que Gerami quería superar esa cifra. Finalmente, acordaron que la donación se realizaría a través de 14 millones de acciones de su incipiente empresa de cáñamo industrial.
Sin embargo, el valor de la empresa, y esas acciones, sigue siendo incierto.
Gerami fundó Batterson Farms Corp en 2021 con aspiraciones de convertirse en un destacado productor de plásticos de cáñamo. Si bien los registros del Departamento de Agricultura de Texas confirman que la empresa está autorizada para cultivar cáñamo, poco más sugiere que esté sucediendo.
El sitio web de la empresa es escaso. Los enlaces de afiliados para comprar productos de HempWood estaban rotos y la función de pago del carrito de compras falló cuando un reportero de Associated Press visitó el sitio a finales de mayo y principios de junio. Un mensaje confuso a los inversionistas también advirtió sobre recargos por no completar los pagos mensuales a tiempo.
Kimberly Sue Abbott, miembro fundador de la junta que dijo a AP que estaba incorrectamente registrada como co-CEO, puso en duda el valor autodeclarado de las acciones de Gerami y dijo que Batterson Farms “no está cultivando cáñamo en ninguna parte que yo sepa”.
Ella y Gerami se conocieron alrededor de 2013 durante su tiempo en el Concejo Municipal de Birmingham en Alabama. Ella sintió que él necesitaba orientación sobre cómo “hacer algo bueno con su dinero”. Desde entonces, él la ha invitado a participar en varios negocios, ninguno de los cuales duró, dijo ella.
“Él nunca se adhiere a un horario. La información que tiene siempre está de alguna manera equivocada. Las tecnicidades siempre son un problema”, dijo.
Greg Wilson, fundador de HempWood, confirmó que Gerami es un cliente pero dijo que no compra mucho. Las altas tasas de interés han frenado tanto las ventas de viviendas como el interés en remodelaciones con productos como el suyo, dijo Wilson, lo que hace que sea un mal momento para empresas alternativas a la madera.
Gerami describió las caracterizaciones de Abbott como “inexactas” y anticuadas. Sin responder si Batterson Farms está cultivando cáñamo, dijo que su empresa actúa como intermediaria entre los agricultores y los consumidores. Se negó a proporcionar detalles sobre los contratos de la empresa, los ingresos y la plantilla.
También afirmó que un desarrollador externo creó el sitio web de la empresa, que según él nunca tuvo la intención de ser un lugar donde la gente pudiera comprar directamente pisos.
Los funcionarios de FAMU han compartido poco sobre su conocimiento de Gerami o su proceso de evaluación.
Friday-Stroud dijo a los miembros de la junta de la Fundación FAMU el mes pasado que un “exhaustivo escrutinio” de antecedentes de Gerami produjo la misma información que acabó “en las redes sociales”, haciendo referencia aparentemente a la indignación en línea por sus intentos de donación anteriores reportados y la oscuridad de su empresa.
Sin embargo, ella dijo, siguieron adelante después de informar a Robinson. Friday-Stroud firmó un acuerdo de confidencialidad en nombre de la junta de la fundación el 26 de abril a solicitud de Gerami, según una copia obtenida por AP.
También anunciaron la donación mientras esperaban una evaluación independiente aún pendiente del valor de las acciones privadas, que Gerami dijo que evaluó en función de contratos de ventas existentes pero no divulgados.
Los funcionarios han reconocido que la evaluación podría arrojar una valoración mucho más baja.
Las donaciones de acciones y los acuerdos de confidencialidad no son anormales para las oficinas de avance universitario. Sin embargo, según algunos recaudadores de fondos de educación superior, tales donaciones suelen provenir de accionistas adinerados de empresas públicas reputadas y los acuerdos de confidencialidad deberían incluir a toda la junta de la fundación.
“Quieres asegurarte de que esos recursos estén disponibles, siempre, antes de hacer el anuncio”, dijo W. Anthony Neal, un recaudador de fondos HBCU de larga data que trató con Gerami en el pasado. “Porque no quieres volver con la cara llena de huevo”.
Las empresas suelen obtener lo que se conoce como una valoración 409A de un tercero independiente antes de regalar acciones, dijo Bob Musumeci, un profesor de negocios de la Universidad de Indiana con experiencia en finanzas corporativas.
La propiedad de acciones, el número de empleados, los proyectos financieros y otros detalles influyen en la evaluación. Las inversiones externas de cosas como un fideicomiso familiar también pueden aumentar el valor de una empresa más allá de lo que los números de ventas, y los datos públicos, si están disponibles, podrían sugerir.
Musumeci dijo que Gerami no infringió ninguna ley al omitir esa norma, pero es cuestionable que la donación no haya sido evaluada adecuadamente antes de ser publicitada.
“Yo ciertamente sería cautelosamente pesimista al respecto. Pero no puedo decir si es o no lo es”, dijo sobre la precisión de la valoración.
Tanto FAMU como Gerami han dicho que la transferencia de los certificados de acciones entre sus respectivas cuentas tuvo lugar en abril.
Un portavoz de Carta, la empresa de gestión de acciones que dicen completó el intercambio, solo confirmó que la plataforma notificó a Gerami el 14 de mayo que su contrato fue terminado por “representaciones incorrectas” que había hecho. Se negaron a comentar sobre la afirmación de FAMU de que tenían una cuenta con Carta y la afirmación de Gerami de que la empresa envió documentación confirmando la transferencia.
Florida A&M no fue la primera universidad en recibir una propuesta de Gerami.
Neal, el recaudador de fondos HBCU, estaba supervisando una campaña de recaudación de $3.4 millones en 2023 para el 150 aniversario de la Universidad Wiley en Marshall, Texas, cuando Gerami se puso en contacto. Discutieron financiamiento para nuevas instalaciones del campus en el rango de $1 millón a $2 millones, dijo Neal, y comenzó el “proceso de evaluación normal” como vicepresidente senior de avance institucional en ese momento.
Pero no se reveló mucha información. Después de al menos siete conversaciones, Neal buscó una reunión en persona para verificar la legitimidad de Gerami. Posteriormente, las comunicaciones se interrumpieron.
“A veces los donantes simplemente se retiran”, dijo Neal. “No significa nada malo”.
Sin embargo, tres años antes, la Universidad de Coastal Carolina también se retiró de una donación de $95 millones hecha por un donante anónimo porque “no había cumplido una expectativa temprana del acuerdo”, según un comunicado de prensa.
Gerami dijo a AP que “consideró” hasta 15 colegios y universidades en los últimos años como parte de una estrategia para establecer asociaciones de investigación que dijo harían que su empresa fuera elegible para subvenciones. Aunque Gerami no reveló los nombres de esas escuelas, las documentadas son todas instituciones pequeñas con escasos endowments. Dijo que tenía en la mira instituciones que necesitaban financiamiento y tenían la capacidad para la hidroponía, un método de cultivo de plantas sin suelo.
La controversia en FAMU es palpable.
La escuela terminó su compromiso con Gerami. Friday-Stroud renunció. Los fiduciarios universitarios, sorprendidos de haber sido mantenidos en la oscuridad durante todo el proceso de seis meses, aprobaron una investigación de terceros a la que se han unido funcionarios estatales.
Hablando el 15 de mayo ante los fiduciarios, Robinson describió el anuncio de la donación de Gerami como “prematuro en el mejor de los casos”.
“Dentro de este regalo sin precedentes vi el potencial para servir a nuestros estudiantes y a nuestros programas deportivos de maneras inimaginables en ese momento”, dijo Robinson. “Quería que fuera real e ignoré las señales de advertencia en el camino”.
Días después de anunciar la donación, Robinson retiró una solicitud de $15 millones a una junta de desarrollo económico local para mejorar el estadio de fútbol de FAMU, según registros obtenidos por AP.
Si bien no dio una razón y la universidad declinó hacer comentarios, el acuerdo de donación muestra una asignación única de $24 millones de la donación de Gerami para instalaciones deportivas.
Millones anualmente también deberían financiar becas, la escuela de enfermería y un incubador de negocios estudiantil en la próxima década.
La vergüenza pública ha preocupado a algunos partidarios de HBCU, que esperan que la atención negativa desproporcionada no empañe un ambiente de recaudación de fondos por lo demás en resurgimiento.
“Como alguien que quiere que las HBCU siempre tengan éxito, esto es realmente desgarrador porque había tanta emoción”, dijo Marybeth Gasman, investigadora de educación en la Universidad de Rutgers y miembro de la junta de HBCU en tres ocasiones. “Solo verdadero, verdadero entusiasmo por una donación transformadora de esta magnitud”.
Sin embargo, persisten las disparidades en la financiación pública. Las universidades históricas afroamericanas de concesión de tierras en 16 estados dejaron de recibir $12.6 mil millones en las últimas tres décadas, incluidos $1.9 mil millones que deberían haber ido a FAMU, según un análisis de la administración Biden de 2023.
Por su parte, Gerami cree que las preguntas sobre su donación son “innecesarias como un juego de whack-a-mole”. Admitió que la suma de su donación fue su propia estimación, pero dijo que espera que una evaluación independiente confirme el valor de las acciones dentro del mes. Dijo que también cree que FAMU aceptará la donación una vez que se complete su investigación independiente.
“Hasta que se haga una valoración de terceros, todo esto es especulativo”, dijo Gerami.
“Queremos avanzar con mucho cuidado porque no queremos jugar juegos que lleven a especulaciones sin informaciones reales y fácticas”, agregó.
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