La Crisis de Salud Mental: Por qué la Atención Inmediata y Asequible Debe Convertirse en la Norma

Estados Unidos está sufriendo una crisis de salud mental. Millones de estadounidenses tienen trastornos como depresión, ansiedad y trauma, sin embargo, el tratamiento oportuno y asequible sigue siendo frustrantemente inalcanzable. Los largos tiempos de espera, los altos costos y un sistema defectuoso están creando una realidad peligrosa en la que las personas que necesitan ayuda con más urgencia no pueden obtenerla cuando la necesitan.

Aprendí esto de primera mano mientras trabajaba en mi residencia médica en una sala de emergencias. Allí me encontré con Lauren, una estudiante universitaria que estaba lidiando con una tragedia inimaginable. Había perdido a su madre y a su hermana menor por una sobredosis en semanas consecutivas, y su estado mental estaba fuera de control. Pero como no cumplía con los criterios de hospitalización, la enviaron a casa con instrucciones de esperar semanas para una visita psiquiátrica. Esa visita nunca ocurrió. Lauren se quitó la vida antes de poder obtener el tratamiento que tanto necesitaba desesperadamente.

Fue un punto de inflexión en mi vida. Quedó claro que nuestro sistema de salud mental no está diseñado para tratar a las personas en crisis. En lugar de ser administrado de inmediato y de manera efectiva, los empuja a través de un laberinto de barreras. Es inaceptable. Si realmente queremos salvar vidas, debemos reconsiderar cómo se administra la atención de la salud mental.

Las brechas inaceptables en la atención de la salud mental

A pesar del creciente conocimiento sobre la enfermedad mental, el tratamiento sigue siendo un problema. Más de un tercio de los adultos con enfermedades mentales no reciben ningún tipo de atención, y para aquellos que lo hacen, las esperas son frecuentemente mortales. Las esperas de semanas para visitas psiquiátricas son la norma, y aquellos en crisis no tienen otras opciones viables.

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Las salas de emergencias son el último recurso para personas en crisis, pero no están equipadas para proporcionar atención especializada de salud mental. Muchos pacientes, como Lauren, son enviados a casa porque no cumplen con los estrictos criterios de hospitalización, pero están lejos de estar seguros. Se quedan en un peligroso limbo, sin poder recibir el tratamiento que tanto necesitan desesperadamente.

Un nuevo modelo: Atención psiquiátrica inmediata y asequible

El tratamiento de enfermedades mentales no debe ser una idea secundaria. Necesitamos tener un sistema que priorice la velocidad de la intervención, un sistema basado en la gravedad del tratamiento proporcionado en casos de emergencias físicas. Al igual que la persona que está sufriendo un ataque al corazón no espera semanas para ver a un cardiólogo, la persona que sufre mentalmente no debería esperar meses y meses antes de que se le administre alguna terapia.

Tal vez la respuesta más efectiva a esta crisis sea la psiquiatría de emergencia: acceso el mismo día a terapia y atención psiquiátrica. Al eliminar el tiempo de espera inútil, se les lleva lo más rápido posible, lo que reduce la probabilidad de que las crisis tengan resultados tan desastrosos.

La tecnología también puede desempeñar un papel crítico en la expansión del acceso. La telemedicina ya ha demostrado su potencial para cerrar brechas en la atención de la salud mental, especialmente para personas en poblaciones desatendidas. Pero la atención en línea por sí sola no es suficiente. Un modelo híbrido, que combina evaluaciones psiquiátricas en persona con herramientas digitales, garantiza que las personas reciban atención integral, flexible y efectiva.

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La barrera financiera: Por qué el costo no debería decidir quién recibe ayuda

Incluso si la atención de salud mental está disponible, el costo es el impedimento. La consejería y el tratamiento psiquiátrico pueden ser prohibitivos, y el seguro puede ser insuficiente. Esto obliga a muchos a retrasar o abandonar la atención, lo que empeora sus condiciones y conduce a tasas más altas de hospitalización, autolesiones y suicidio.

Si realmente nos importa poner fin a la emergencia de salud mental, debemos asegurarnos de que el costo no pueda ser un factor determinante para el tratamiento. Eso significa ampliar el seguro, ampliar las redes de proveedores y revolucionar las estructuras de pago para proporcionar tratamiento psiquiátrico a un costo asequible para todos. La salud mental no debería ser un lujo. Debe ser fundamental.

Un llamado a la acción: el momento de cambiar es ahora

Todos los días, alguien como Lauren se escapa entre las grietas de nuestro sistema roto. Esperan, sufren y luchan, con demasiada frecuencia con daños a largo plazo. Esto es una cuestión de valores, no de política.

La atención de la salud mental debe ser oportuna, conveniente y asequible. El sistema actual está fallando a demasiadas personas, pero podemos cambiarlo. Al abrazar la atención psiquiátrica rápida, ampliar el acceso a través de la tecnología y hacer que sea económicamente viable para todos, podemos crear un futuro en el que nadie se vea obligado a sufrir en silencio.

El argumento ya no es si debemos cambiar, sino si tenemos la voluntad de hacerlo realidad. Es hora de actuar.