La Comisión Federal de Comercio de EE. UU. ha presentado una demanda contra Uber, alegando que la empresa de transporte y entrega participó en prácticas engañosas de facturación y cancelación. El defensor del consumidor acusó a Uber de cobrar a los clientes por su servicio de suscripción Uber One sin obtener su consentimiento y de dificultar a los usuarios la cancelación. “La FTC Trump-Vance está luchando en nombre del pueblo estadounidense”, dijo en un comunicado el presidente de la FTC, Andrew Ferguson, designado por Trump. Un portavoz de Uber negó las acusaciones y dijo que estaba “decepcionado” de que la FTC haya decidido seguir adelante con la demanda. Lanzado en 2021, el servicio de suscripción Uber One promete a los usuarios beneficios como entrega sin tarifas y descuentos en algunos viajes y pedidos. El servicio se puede adquirir por $9.99 al mes o $96 al año. En su queja presentada el lunes, la FTC dijo que Uber ha hecho “extremadamente difícil” suspender las suscripciones para los consumidores, que pueden verse obligados a navegar por hasta 23 pantallas y realizar hasta 32 acciones si intentan cancelar. En una respuesta detallada, Uber refutó esa acusación. “[L]as cancelaciones ahora se pueden hacer en cualquier momento en la aplicación y la mayoría de las personas tardan 20 segundos o menos”, dijo el portavoz de Uber, Ryan Thornton, en un comunicado. Uber dijo que anteriormente, para cancelar, el consumidor debía ponerse en contacto con el soporte dentro de las 48 horas previas a su próximo período de facturación, pero dijo que ya no es el caso y los clientes pueden cancelar en cualquier momento. La FTC también alega que muchos consumidores dijeron que fueron inscritos en Uber One sin dar su consentimiento. La queja cita a un consumidor que afirmó que le cobraron a pesar de no tener una cuenta de Uber. Uber dijo en su respuesta que “no inscribe ni cobra a los consumidores sin su consentimiento”. La acción legal contra Uber marca la primera demanda presentada por la FTC contra una importante empresa tecnológica estadounidense desde que el presidente Donald Trump asumió su segundo mandato en enero. El caso de la agencia contra Meta – iniciado durante la primera administración de Trump – se encuentra ahora en su segunda semana de juicio. La FTC alega que la empresa, antes conocida como Facebook, obtuvo un monopolio en las redes sociales con sus adquisiciones de la aplicación de intercambio de fotos Instagram en 2012 y el servicio de mensajería WhatsApp en 2014. Meta ha dicho que la demanda de la FTC, que revisó y aprobó esas adquisiciones, es “equivocada”.
