Como condición para permitir las ventas de activos, se requeriría que el Sr. Gertler emitiera una declaración detallada de cualquier participación restante en el Congo, que luego sería examinada por un auditor independiente. Mientras se lleva a cabo esta revisión, la mitad de los ingresos de la venta de activos se retendría en garantía. Cualquier activo restante que el Sr. Gertler intente ocultar podría ser confiscado por el gobierno allí.
Además, el Sr. Gertler también tendría que retirar las demandas contra líderes de derechos humanos del Congo que han sido críticos de su papel en la industria minera allí, como Jean Claude Mputu, portavoz de Congo Is Not for Sale, que se opone al acuerdo.
Finalmente, bajo el plan, el Sr. Gertler podría obtener una “licencia general” de los Estados Unidos que reabriría ampliamente los mercados financieros internacionales para él en todo el mundo. Si se le acusara nuevamente de violaciones de corrupción, las sanciones completas podrían reimponerse, dijeron los funcionarios.
Los funcionarios de Biden reconocieron que el acuerdo se motivaba por el deseo de encontrar formas de fortalecer los lazos económicos con el Congo además de ayudar al país, que ha sido plagado por una historia de acuerdos mineros corruptos y abusos laborales infantiles en minas improvisadas.
La administración de Biden ya se ha comprometido a ayudar a financiar la expansión de una red ferroviaria que unirá el Congo y Zambia con Angola, en el Atlántico Sur. La conexión permitiría a las enormes minas del Congo y Zambia abastecer más directamente a las plantas de fabricación de baterías en los Estados Unidos u otros países aliados.