La atención médica debe ser proactiva, no reactiva — Cómo la educación del paciente mejora los resultados.

El poder y la importancia de un enfoque preventivo de la atención médica se basa en la educación del paciente respaldada por resultados. Un estudio en el Journal of the American Osteopathic Association encontró que solo 45 minutos de educación al paciente tienen el potencial de mejorar los resultados para pacientes con enfermedades crónicas. La educación del paciente ayuda a los proveedores de atención médica a adoptar un enfoque más proactivo para el cuidado y manejo de enfermedades. La detección y el tratamiento de riesgos potenciales para la salud antes de que se agraven en condiciones agudas salva vidas y dinero, aliviando también la presión a largo plazo sobre los médicos.

Veamos la enfermedad cardiovascular (ECV), que es la principal causa de muerte a nivel mundial, representando el 32% de todas las muertes en todo el mundo. Mientras que la ECV presenta una necesidad urgente de prevención y hay un efecto dominó en los resultados y costos de atención médica a largo plazo del paciente si se ignora. Por ejemplo, el primer diagnóstico de diabetes a menudo puede ocurrir durante el tratamiento de un ataque al corazón, mucho después de que se pudieran haber empleado medidas preventivas.

La atención preventiva no puede consistir solo en la atención, sin embargo. Los pacientes deben jugar su papel practicando el autocuidado y siguiendo los planes de atención. Es fundamental asegurar que el paciente tenga la información y comprensión de cómo y por qué necesitan desempeñar un papel. Aquí es donde entra la educación del paciente. Si esos materiales educativos son relacionables y personalizados, pueden aumentar la participación destacando factores dentro del control de los pacientes. Esto también adopta el enfoque de hacer que el paciente sea un socio en su equipo de atención. Al enfatizar y empoderar al paciente dentro de este papel, se impulsan resultados positivos y se alivia la presión sobre los equipos de atención.

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¿Qué se necesita para crear materiales educativos como estos?

El diseño debe alinearse con cuatro principios clave que pueden mejorar la empatía, la comprensión y la confianza:

Entregar materiales educativos de una manera que mejor apoye al paciente, su estilo de aprendizaje y su medio preferido. Hay cuatro pilares para materiales educativos efectivos:

Contenido fácil de entender escrito en o por debajo de un nivel de lectura de quinto grado según lo recomendado por el informe de la Joint Commission: Avanzando en la Comunicación Efectiva, Competencia Cultural y Atención Centrada en el Paciente y la Familia: Una hoja de ruta para hospitales.

Arte médico y narración visual que sea claro, accesible y centrado en el ser humano. Los materiales que reflejan una amplia gama de pacientes y experiencias de pacientes, incluidas razas/etnias, edades, géneros, orientaciones sexuales, estructuras familiares, habilidades y niveles socioeconómicos, han demostrado construir confianza entre una mayor sección transversal de pacientes y aumentar la precisión de la información presentada.

Voces empáticas y diversas, para que el paciente pueda escucharse a sí mismo y a su comunidad. Las personas no solo quieren verse a sí mismas en materiales educativos, también quieren escuchar voces representativas también. Disponible a través de herramientas digitales que sean adaptables, accesibles, interactivas y personalizadas con una experiencia de usuario intuitiva. Suponer que este contenido se consumirá en teléfonos móviles y dispositivos y no en computadoras. Los pacientes también deben poder “dirigir” su experiencia para lograr sus objetivos.

Reconocer que los impulsores sociales, como las circunstancias sociales, el entorno y la genética, crean disparidades de salud. La educación que es efectiva no es de talla única, sino que es consciente de que los pacientes provienen de entornos y antecedentes diversos. Enfocarse en la salud holística: la información para el paciente debe fomentar un cambio de comportamiento positivo para cosas que un paciente PUEDE afectar, como la nutrición, la salud mental, el manejo del estrés y la ansiedad, y el ejercicio. Saber que los pacientes pueden tener ansiedad: la educación del paciente puede aclarar temas complejos de manera accesible, reduciendo la ansiedad y la sobrecarga de información.

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Al evaluar la participación y la educación del paciente, es importante darse cuenta de que la comunicación empática no es solo lo correcto, sino que también tiene resultados muy reales y cuantificables que pueden abordar algunos de los mayores desafíos de la atención médica.

La educación del paciente conduce a mejores resultados: mayor satisfacción, comprensión mejorada, mayor empoderamiento y mejores resultados clínicos. Por ejemplo, la Clínica Cleveland descubrió que cuando los pacientes de colonoscopia ven la educación del paciente asociada, son un 50% menos propensos a necesitar repetir su colonoscopia. Y ese es solo uno de los muchos ejemplos de un impacto medible que la educación proactiva del paciente puede tener.

Es hora de hacer que el contenido de educación de salud empático e inclusivo sea el estándar para que los pacientes, proveedores y pagadores puedan navegar juntos el viaje de la salud y asociarse para lograr mejores resultados.

Foto: Paul Bradbury, Getty Images

Como líder de marca y creatividad, Evan ha creado experiencias, campañas y estrategias galardonadas para marcas dinámicas en una variedad de industrias. En Wolters Kluwer, lidera un talentoso equipo de profesionales de diseño, animación y UX en la construcción de contenido y experiencias para Emmi, una herramienta de participación del paciente que está haciendo que la atención médica sea más personalizada y empoderando decisiones de salud mejores.