La agonía de la derrota impulsa a los Titanes Voladores a seguir soñando

Una corona de la Premier Volleyball League sigue siendo esquiva para Choco Mucho. Pero a pesar del último puesto de dama de honor, la búsqueda de la gloria continúa para los Flying Titans.

“Siempre les digo a mis compañeras de equipo cada vez que jugamos, [tenemos] que creer, confiar [en cada una] y ganar”, dijo Sisi Rondina, una de las mejores atacantes externas de la conferencia, en filipino después de que Choco Mucho cayera ante un conquistador tradicional en Creamline por segunda vez consecutiva en la Final el domingo.

“Mientras hagamos eso, no tendremos ningún arrepentimiento porque dimos lo mejor de nosotras, y como dije en el vestuario, ‘no dejemos de soñar porque (el campeonato) llegará”, agregó Rondina.

Los Flying Titans llegaron a la serie final al mejor de tres contra las Cool Smashers como favoritas después de barrer las semifinales.

Pero frente a más de 24,000 fanáticos en el Smart Araneta Coliseum, Creamline entregó otra actuación valiente para anotar una victoria épica por 20-25, 25-20, 22-25, 25-22, 15-11 para barrer la serie y obtener un octavo título de liga que dejó a la mayoría de los Flying Titans llorando.

Los Flying Titans están lejos de ser etiquetados como participantes glamorosos, ya que se han convertido en una fuerza después de que Dante Alinsunurin tomara las riendas.

Y, por supuesto, una gran parte de eso también se le puede atribuir a la llegada de Rondina, quien ganó el premio de Jugadora Más Valiosa en el anterior All-Filipino y fue nuevamente la punta de la espada de Choco Mucho durante toda la última conferencia.

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No se equivoquen, Choco Mucho no da por sentada una segunda medalla de plata consecutiva, ya que solo impulsa a los Flying Titans a tener algo de mayor valor alrededor de sus cuellos la próxima vez.

“Todavía estoy muy orgullosa del equipo … como dijeron los entrenadores, no esperaban que barriéramos las semifinales porque ya estábamos abajo tres [jugadoras]”, dijo la capitana de Choco Mucho, Maddie Madayag.

“No podemos estar tristes porque sigue siendo una bendición que el Señor nos haya llevado tan lejos a pesar de que muchas cosas han sucedido en nuestro equipo”, agregó. INQ