Kamala Harris y la operación de recaudación de fondos del Partido Demócrata recaudaron más de $1 mil millones en su derrota ante Donald Trump, pero la vicepresidenta aún está presionando a los donantes para obtener más dinero después de las elecciones. Los demócratas están enviando apelaciones persistentes a los seguidores de Harris sin pedirles expresamente que cubran posibles deudas, atrayendo en cambio a posibles donantes con otros asuntos: las elecciones del presidente electo republicano para su próxima administración y algunas contiendas congresales pendientes donde todavía se están contando los votos. “La campaña de Harris ciertamente gastó más de lo que recaudó y ahora está ocupada tratando de recaudar fondos”, dijo Adrian Hemond, un estratega demócrata de Michigan. Dijo que la campaña lo había solicitado después de su derrota ante Trump para ayudar con la recaudación de fondos. El partido está inundando la lucrativa lista de donantes por correo electrónico de Harris con apelaciones casi diarias dirigidas a donantes de pequeñas sumas, aquellos cuyas contribuciones se miden en cientos de dólares o menos. Pero Hemond dijo que el esfuerzo posterior a las elecciones también incluye llamadas individuales a donantes más grandes. La prisa ahora pone de relieve el gasto involucrado en un esfuerzo perdedor y los desafíos inmediatos que enfrentan los demócratas al tratar de mantener una operación política básica para contrarrestar la administración de Trump y prepararse para las elecciones de mitad de período de 2026. También pone en duda cómo los demócratas utilizaron sus recursos, incluyendo la organización de eventos con músicos y otras celebridades, así como la emisión de anuncios en una variedad de espacios no tradicionales como la cúpula de Las Vegas ‘Sphere. Internamente, la aparente falta de efectivo se atribuye a la decisión de la campaña de dejar de pagar a muchos miembros del personal senior a partir del sábado, incluso a aquellos a quienes inicialmente se les dijo que se les pagaría hasta fin de año. Frente a la frustración interna, la campaña notificó a los afectados en los últimos días que su seguro de salud sería cubierto hasta fin de año, según una persona con conocimiento directo de la situación que habló bajo condición de anonimato para compartir discusiones internas. Otra persona familiarizada con el esfuerzo de recaudación de fondos y las finanzas del Comité Nacional Demócrata dijo que el déficit esperado de la campaña de Harris es una suma relativamente pequeña en comparación con la amplitud de la campaña, que informó tener $119 millones en efectivo a mediados de octubre antes de las elecciones del 5 de noviembre. Esa persona no estaba autorizada para discutir públicamente las finanzas de la campaña y habló bajo condición de anonimato. Patrick Stauffer, director financiero de la campaña de Harris, dijo en un comunicado que “no había deudas pendientes o facturas vencidas” el día de las elecciones y que “no habrá deudas” listadas ni para la campaña ni para el DNC en sus próximas declaraciones financieras, que se deben presentar a la Comisión Federal de Elecciones en diciembre. La persona familiarizada con la campaña y las finanzas del DNC dijo que era imposible saber dónde se encuentra actualmente la hoja de balance de Harris. La campaña todavía está recibiendo facturas de proveedores por eventos y otros servicios desde el final de la carrera. La campaña también tiene recibos pendientes; por ejemplo, de organizaciones de medios que deben pagar por los lugares de sus empleados en el Air Force Two mientras viajaba para las actividades de campaña del vicepresidente. Dentro de horas de que Trump eligiera al republicano de Florida Matt Gaetz como fiscal general el miércoles, los partidarios de Harris recibieron una solicitud de más dinero para “el Fondo de Lucha de Harris”, citando al emergente equipo de Trump y su agenda. Gaetz, quien renunció a su escaño en la Cámara después del anuncio, “utilizará el Departamento de Justicia para protegerse a sí mismos”, decía el correo electrónico. Decía que los demócratas “deben impedirles ejecutar los planes de venganza y represalia de Trump” y señalaba que “incluso sus aliados republicanos están sorprendidos por esta” elección de gabinete. Otra apelación siguió el viernes en nombre de Harris. “La luz de la promesa de América brillará mientras sigamos luchando”, decía el correo electrónico, añadiendo que “todavía hay una serie de elecciones críticas en todo el país que están demasiado cerca para llamarlas o con el margen de recuentos o ciertos desafíos legales”. Los correos electrónicos no mencionan la campaña de Harris o sus finanzas. El “Fondo de Lucha de Harris” es una etiqueta postelectoral para el “Fondo de Victoria de Harris”, que es la operación de recaudación de fondos conjunta de la campaña de Harris, el DNC y los partidos demócratas estatales. A pesar del lenguaje de las apelaciones recientes, las contribuciones de la mayoría de los donantes de base se destinarían al partido nacional, a menos que un donante se tomara el tiempo de contactar directamente al DNC y hacer que el dinero fuera directamente a Harris o a un partido estatal. El texto pequeño en la parte inferior de la solicitud explica que los primeros $41,300 de una persona y los primeros $15,000 de un comité de acción política se asignarían al DNC. Los siguientes $3,300 de una persona o $5,000 de un PAC irían a la “Cuenta de Recuento” de Harris para Presidente. Cualquier cosa más allá de ese límite, hasta los límites máximos de contribución que pueden llegar a cientos de miles de dólares, se repartiría entre los partidos estatales. Los funcionarios del DNC, que están a punto de sufrir un cambio de liderazgo a principios del próximo año, indicaron que el partido no tiene planes de cubrir ningún déficit para Harris, pero no pudieron descartar explícitamente que el partido transfiriera dinero a la campaña.
