El jugador de voleibol playa de los Países Bajos, Steven van de Velde, que cumplió una condena en prisión después de ser condenado por violar a una niña de 12 años, ganó su segundo partido en los Juegos Olímpicos de París y recibió una reacción aún más severa de la multitud el miércoles que para su primer partido.
Tres días después de hacer su debut olímpico entre abucheos, mezclados con aplausos de los fanáticos holandeses vestidos de naranja, Van de Velde y Matthew Immers fueron fuertemente abucheados después de una victoria por 21-19, 21-16 sobre Chile. Hubo más abucheos cuando Van de Velde realizaba cualquier jugada.
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“Estaba decepcionado con la multitud, sin duda”, dijo Immers. “Ya no puedo hacer nada sobre su pasado. Estoy aquí para jugar con él… Así que sí, estoy decepcionado. Pero creo que mentalmente somos muy fuertes, y yo soy muy fuerte para superar esto, juntos. Y lo vamos a hacer”.
Van de Velde, de 29 años, cumplió 13 meses de prisión después de su condena en 2016 por violar a una niña de 12 años en Inglaterra. Aunque defensores de las víctimas, legisladores y aficionados han pedido que se le prohíba competir en los Juegos Olímpicos, el COI ha dicho que no tenía poder para impedir que los Países Bajos enviaran a un atleta que se clasificó de la manera habitual.
Van de Velde nuevamente no pasó por la zona mixta para hablar con los medios el miércoles, algo que generalmente se requiere de todos los atletas. Cuando Immers llegó, el agregado de prensa holandés, Hans Nieuwenburg, le dijo a los periodistas: “Solo preguntas sobre deporte”.
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“Él lo dijo todo el (domingo), cuando los dos perdieron su primer partido contra Italia”, dijo Nieuwenburg.
A Immers se le preguntó sobre la recepción y dijo que los dos hablaron en la cancha y reconocieron que necesitarían apoyarse mutuamente. Cuando se le preguntó si entendía por qué recibieron esa recepción, dijo: “No quiero hablar de eso, si está bien”.
“Creo que lo que está en el pasado, está en el pasado, y estamos aquí para lograr un buen resultado juntos”, dijo Immers, señalando que también había fanáticos holandeses animándolos. “Y quiero decir que también hubo mucha gente que nos apoyaba, y lo estamos haciendo por ellos. Realmente me gusta este deporte y todavía amo a la multitud y a las personas que nos apoyan”.
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