El tribunal superior de Brasil ordenó la suspensión inmediata de X en el país después de que su dueño multimillonario Elon Musk desobedeciera órdenes de nombrar un representante legal para la red social en la nación más grande de América Latina.
La prohibición de la plataforma anteriormente conocida como Twitter pone fin a una disputa de meses entre Musk y el juez de la Corte Suprema Alexandre de Moraes, quien lidera los esfuerzos para combatir las noticias falsas y los discursos de odio que según él están dañando la democracia brasileña.
X ha contribuido a “un ambiente de total impunidad y tierra de nadie en las redes sociales brasileñas, incluyendo durante las elecciones locales de 2024”, escribió Moraes en su fallo, diciendo que la compañía ha desobedecido repetidamente y deliberadamente las órdenes judiciales.
“Grupos extremistas y milicias digitales” han estado utilizando la plataforma para la “difusión masiva de discursos nazis, racistas, fascistas, odiosos y antidemocráticos”, escribió, añadiendo que cualquier persona que use una VPN para acceder a la plataforma estaría sujeta a multas diarias de 50,000 reales ($8,900).
Un representante de X no respondió de inmediato a una solicitud de comentario.
La plataforma de redes sociales aún estaba disponible el viernes por la noche, ya que la orden de Moraes tarda un tiempo en implementarse. El organismo de control de telecomunicaciones de Brasil tiene 24 horas para implementar la prohibición, mientras que Apple y Google tienen cinco días para bloquear X en iOS y Android y eliminar la aplicación de X de sus tiendas en línea, según el fallo. Los proveedores de servicios de Internet también tienen cinco días para bloquear la plataforma.
Ante la decisión, celebridades brasileñas, personalidades de Internet y políticos, incluido el presidente Luiz Inacio Lula da Silva, se estaban preparando para una prohibición tuiteando los nombres de sus redes sociales en otras plataformas a sus audiencias.
Musk cerró la oficina de X en Brasil a principios de este mes en protesta contra las órdenes judiciales de eliminar ciertas cuentas que supuestamente difundían información falsa. En respuesta, el tribunal notificó a la empresa el miércoles por la noche, respondiendo a una publicación en X, que Moraes le había dado 24 horas para nombrar un representante legal en el país o arriesgarse a que se suspenda su servicio.
Brasil ha sido históricamente un mercado clave para muchos de los mayores servicios de redes sociales, incluido X. Se estima que X tiene decenas de millones de usuarios activos en el país, según estimaciones externas, y Brasil ha sido durante mucho tiempo uno de los mayores centros de X fuera de los Estados Unidos y Japón.
Brasil no es el primer país donde se ha suspendido X. El servicio ha sido prohibido desde hace tiempo en China, Irán y Corea del Norte, entre otros. En 2022, se restringió en Rusia después de que el presidente Vladimir Putin invadió Ucrania. Los ex ejecutivos de Twitter habían pausado la publicidad en el país y comenzaron a etiquetar los enlaces de todos los medios de comunicación rusos respaldados por el Estado, eventualmente creando una versión separada del servicio para ayudar a las personas a acceder a él a pesar de las restricciones gubernamentales.
Desinformación o Libertad de Expresión
Las democracias de todo el mundo están lidiando con los efectos de las redes sociales en sus elecciones y política. Pero Brasil ha tomado algunas de las medidas más agresivas para responsabilizar a las empresas por el contenido tras su votación presidencial de 2022.
Durante la campaña, el ex presidente Jair Bolsonaro recurrió a las ondas y plataformas en línea para sembrar desconfianza sobre el sistema de votación electrónica de su nación. Acusaciones infundadas de piratería informática y robo de votos avivaron la ira de los seguidores de Bolsonaro que se amotinaron en Brasilia con la falsa creencia de que Lula había perdido la elección.
En abril, Moraes incluyó a Musk en una amplia investigación sobre las llamadas milicias digitales, o grupos organizados acusados de utilizar las redes sociales para difundir información falsa y vitriolo, y multó a la empresa por desobedecer órdenes judiciales de eliminar contenido.
La medida parecía solo aumentar la confrontación entre la máxima corte de Brasil y la persona más rica del mundo. Si bien X inicialmente cumplió con las órdenes de eliminar cuentas sospechosas de difundir falsedades, Musk más tarde pareció desafiar a Moraes, anunciando que levantaría las restricciones incluso si perjudicaba la rentabilidad de su empresa.
En agosto, X emitió un comunicado diciendo que cerraría sus operaciones en Brasil “de inmediato” después de que Moraes amenazara a su representante legal con un arresto por no cumplir con las órdenes judiciales. Mientras tanto, Musk continuó atacando al juez en su plataforma, alegando que sus esfuerzos por controlar el contenido equivalían a un exceso y censura.
Respondió a la orden de nombrar un representante en Brasil publicando una imagen de un hombre calvo con túnicas negras tras las rejas, una imagen aparentemente generada por inteligencia artificial de Moraes. “Algún día, Alexandre, esta imagen tuya en prisión será real. Marca mis palabras”, escribió Musk.
Declarado absolutista de la libertad de expresión, Musk eliminó gran parte de la infraestructura y el personal de moderación de contenido de la empresa desde que la adquirió en 2022. La empresa se basa principalmente en los usuarios de X para controlar el contenido de desinformación a través de Notas de la Comunidad, una función que agrega etiquetas a las publicaciones cuando los usuarios las encuentran engañosas.
Musk suele utilizar su plataforma para rebatir a críticos y reprender a líderes mundiales, incluida la Primera Dama de Brasil, Rosangela da Silva, cuya página de X supuestamente fue hackeada el año pasado. Y el enfrentamiento con las autoridades ha ganado elogios a Musk dentro de los círculos conservadores de Brasil, que durante mucho tiempo han acusado a la judicatura de atacar su causa.
Si se mantiene, la prohibición judicial corre el riesgo de privar a X de uno de sus mayores mercados fuera de Estados Unidos. Deja a miles de candidatos sin una herramienta de campaña popular antes de las elecciones locales que tendrán lugar en octubre en más de 5,000 municipios brasileños.
Una encuesta de diciembre encontró que el 29% de los usuarios de teléfonos inteligentes en Brasil tienen instalado X. Hasta el primer trimestre de 2024, la plataforma contaba con unos 20 millones de usuarios activos en el país, según Sensor Tower, una empresa de datos, una disminución del 15% respecto al año anterior.
Otras plataformas de redes sociales han tenido problemas previamente con las regulaciones de Internet. El año pasado, un juez ordenó que Telegram se cerrara temporalmente después de que el servicio de mensajería no compartiera datos de usuario de contenido neonazi que las autoridades dicen estaba vinculado a ataques en escuelas brasileñas.
WhatsApp, un servicio de mensajería propiedad de Meta Platforms Inc., también fue brevemente prohibido en 2016 por no cumplir con órdenes judiciales de compartir datos de usuario.
-Con la asistencia de Beatriz Amat y Kurt Wagner.
(Se actualiza con detalles del fallo de la corte superior a partir del tercer párrafo.)
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