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Image: Emily Marie Wilson / Shutterstock.
La Costa Blanca sur tiene un clima mediterráneo semiárido con veranos calurosos y secos, inviernos suaves y lluvias ocasionales en primavera y otoño.
No todas las plantas prosperan aquí, por lo que la selección cuidadosa es esencial para un jardín exitoso.
Las palmeras son una característica definitoria del paisaje. Otros árboles adecuados incluyen olivos, moreras, limoneros, mimosas, higueras, almendros y granados. Plantas aromáticas como tomillo, lavanda, romero, menta, salvia y orégano añaden fragancia y valor culinario mientras disfrutan de la luz solar de la región.
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Para jardines de bajo mantenimiento, suculentas y cactus como el agave, el aloe, el sedum y la crassula son ideales. Flores coloridas como margaritas, buganvillas, hibiscos, geranios y verbena iluminan los espacios exteriores. En lugar de césped tradicional, cubiertas de suelo como tomillo y sedum conservan agua mientras mantienen un aspecto saludable. La grava es otra opción práctica, reduciendo la pérdida de agua y el crecimiento de malas hierbas.
Los árboles proporcionan sombra, pero las plantas trepadoras como jazmín, madreselva y glicinas pueden cubrir pérgolas para ofrecer protección adicional y atractivo visual. Los setos de ciprés ofrecen privacidad y verdor durante todo el año.
Las áreas ventosas y costeras requieren cuidado adicional, ya que el viento seca rápidamente. Cortavientos, plantas resistentes o pantallas de celosía ayudan a proteger la vegetación delicada. Plantas resistentes al viento como romero, hibiscos, lantana, buganvillas y lavanda resisten las condiciones adversas, manteniendo los jardines bonitos a pesar del clima desafiante.
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