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La Policía Nacional ha arrestado a un hombre italiano de 31 años acusado de tres cargos de fraude. El sospechoso, que pretendía ser un ex deportista de élite, engañó a sus víctimas y robó sus cuentas bancarias. Hasta la fecha, la cantidad de dinero robada asciende a más de 73,000 euros. El italiano elegía a sus presas frecuentando lugares selectos y áreas de Palma, principalmente Santa Catalina, y lograba atraer a las empresarias e iniciar un romance fraudulento.
El Grupo de Delitos Económicos y Delitos Tecnológicos inició una investigación tras tres denuncias de tres personas diferentes y no relacionadas. El estafador utilizó una variedad de tácticas para engañar a las mujeres. En algunos casos, fingía ser una persona adinerada y presumía de tener inversores financieros. El objetivo era ganarse la confianza de sus víctimas a las que solía abordar en fiestas exclusivas.
La investigación se inició a raíz de una empresaria que denunció que había conocido a un italiano que había heredado una gran fortuna y quería invertir en las islas. Gradualmente ganó la confianza de la mujer y logró que le prestara una gran suma de dinero con el pretexto de que tenía problemas con su banco en el extranjero y que le devolvería el dinero más tarde. También le pidió su tarjeta de crédito para hacer un pago, pero al final se convirtió en una avalancha de cargos bancarios.
La segunda víctima, en este caso un hombre, fue engañada después de encontrarse con el estafador jugando al pádel y ganarse su confianza. Luego le ofreció una bicicleta de alta gama a un precio muy por debajo de su valor de mercado. A pesar de haber realizado el pago, se quedó sin bicicleta y sin dinero. La tercera víctima es una mujer a la que, utilizando el mismo modus operandi que las víctimas anteriores, engañó haciéndole creer que era un patrocinador de una conocida marca de relojes de alta gama.
El italiano le ofreció una oferta atractiva para comprar los relojes, pero nunca llegaron. Tras una compleja investigación, el presunto autor fue identificado en Ibiza y arrestado. El sospechoso era un experto en pagar en efectivo, no dejar rastro y hospedarse en hoteles.
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