Durante los últimos tres días, las fuerzas israelíes han bombardeado objetivos en toda la Franja de Gaza, diciendo que estaban atacando sitios y operativos de Hamas. Las tropas terrestres israelíes han tomado un importante corredor en el centro de Gaza del que se retiraron bajo el alto al fuego, y han ampliado las operaciones terrestres en el norte y sur de Gaza.
Hamas ha confirmado la muerte de al menos cinco altos funcionarios de su liderazgo en Gaza desde que comenzó la ofensiva. El ejército israelí dice haber matado a otros. El viernes, dijo en un comunicado que había matado a Osama Tabash, un líder en la rama de inteligencia militar de Hamas, en un ataque aéreo el día anterior.
El viernes, el ejército israelí bombardeó el Hospital de Amistad Turco-Palestino en el centro de Gaza, diciendo que había golpeado a militantes que operaban allí. El ejército israelí dijo que el edificio ya no se usaba como centro médico. Los soldados israelíes habían utilizado el hospital como base durante meses el año pasado antes de retirarse.
La respuesta militar de Hamas a los ataques israelíes renovados ha sido hasta ahora limitada. Las capacidades militares del grupo se vieron significativamente degradadas por la guerra, aunque se cree que aún comanda decenas de miles de combatientes armados. Los funcionarios israelíes dicen que Hamas ha estado utilizando el alto al fuego para reagruparse, planificar futuras luchas y plantar artefactos explosivos.
El jueves, Hamas disparó tres cohetes contra Israel por primera vez en meses, pero todos fueron interceptados o cayeron sin causar víctimas, muy lejos de los bombardeos que podía reunir en los primeros meses de la guerra.
Israel espera obligar a Hamas a liberar más de los rehenes restantes tomados en el ataque del 7 de octubre de 2023 que desató la guerra en Gaza. Según el gobierno israelí, todavía hay hasta 24 cautivos vivos y los restos de más de 30 personas en Gaza.
Incluso antes de que el alto al fuego colapsara esta semana, Israel había bloqueado la ayuda humanitaria a Gaza, impidiendo que los envíos de alimentos y medicinas llegaran a los palestinos que aún se están recuperando de más de un año de hambre y privaciones durante la guerra.
El ejército israelí aún tiene muchas opciones para intensificar la nueva ofensiva. En las últimas operaciones, las tropas israelíes hasta ahora no han barrido las ciudades palestinas en Gaza, dividido el enclave en dos o evacuado forzosamente el norte de Gaza en masa, como hicieron durante la campaña de 15 meses contra Hamas.
Israel ha prometido no poner fin a la guerra en Gaza sin la destrucción de Hamas. Hamas ha dicho que está dispuesto a entregar responsabilidades civiles en el enclave, pero se ha negado a disolver sus batallones de combatientes armados o enviar a sus líderes al exilio allí.
Los diplomáticos, incluidos los de Estados Unidos, esperan negociar al menos un acuerdo parcial para llevar a ambas partes de vuelta al alto al fuego, liberar más rehenes y permitir que la ayuda humanitaria vuelva a fluir hacia Gaza.