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Israel expandió su ofensiva en el sur del Líbano el domingo, pidiendo a las Naciones Unidas que evacuen a sus unidades de mantenimiento de la paz y supuestamente usando tanques para irrumpir a través de las puertas de una base de mantenimiento de la paz.
La llamada llega solo días después de que las fuerzas israelíes hirieran a varios cascos azules de la ONU, lo que generó críticas internacionales. La Primera Ministra de Italia, Giorgia Meloni, quien ha sido una seguidora vocal de Israel, habló con el Primer Ministro israelí Benjamin Netanyahu el domingo y denunció los ataques.
El empuje marca la última escalada en el asalto de Israel contra Hezbollah, un grupo militante respaldado por Irán y uno de los partidos políticos más poderosos del Líbano, a pesar de sus pérdidas, Hezbollah está “falsamente presentando las operaciones terrestres israelíes como un fracaso para degradar la voluntad israelí y subrayar la propia resistencia de Hezbollah”, dijo el Instituto de Guerra en un informe reciente.
Mientras tanto, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán rechazó la idea de que Irán no pudiera responder a un ataque israelí esperado en represalia por el ataque con misiles del 1 de octubre de Teherán a Israel, advirtiendo que no hay “líneas rojas” para tal defensa y que Irán está preparado para una “situación de guerra”. El Departamento de Defensa de EE. UU. autorizó el despliegue de un sistema de armas para apoyar las defensas aéreas y tropas de Israel el domingo, para reforzar la “defensa de Israel y proteger a los estadounidenses en Israel, de cualquier ataque adicional de misiles balísticos por parte de Irán”, según un portavoz del Pentágono.