La Fiscalía de Mallorca está investigando la muerte de un niño de diez años. Falleció después de lo que debería haber sido una operación de rutina para la amigdalitis.
El 25 de noviembre, el niño fue operado en una clínica privada. Aparentemente sufrió una perforación de la tráquea y entró en paro cardiorrespiratorio. Fue estabilizado y luego trasladado de urgencia al Hospital Son Espases, donde fue ingresado en la unidad de cuidados intensivos pediátricos.
Sometido a una nueva cirugía, pero el viernes de la semana pasada (29 de noviembre), su estado empeoró. Estaba en estado de muerte cerebral y falleció el domingo.
La clínica, que no está en Palma, se ha negado a hacer declaraciones. La familia ha puesto el caso en manos de un abogado especialista, mientras que el fiscal investiga posibles negligencias médicas graves.