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La Policía y los inspectores del Ayuntamiento de Palma han calculado que los clanes de drogas en el poblado de chabolas de Son Banya invirtieron unos 200.000 euros en obras que estaban diseñadas para ayudar a su negocio de drogas. Todas estas obras, como era de esperar, carecían de permiso de planificación. El martes, la inversión fue reducida a escombros por personal municipal.
Los investigadores han establecido que se tardaron diez días en completar todo el proyecto. Hay pocas dudas de que todo el trabajo fue pagado en efectivo y sin ninguna factura. Sin embargo, parece que parte de él fue realizado por residentes de Son Banya con las habilidades necesarias. Durante la operación de demolición del martes, se descubrieron dos excavadoras y mezcladoras de cemento.
No obstante, la participación de empresas especializadas habría sido necesaria, aunque solo fuera para el suministro de materiales, y la policía todavía está tratando de determinar quiénes eran estas empresas. La policía tiene números de matrícula de camiones que se vieron entrando y saliendo del poblado de chabolas en el momento en que se llevaron a cabo las obras.
El espacio que ocupaban estas obras no era insignificante. Por ejemplo, la carretera de hormigón que se creó tenía una superficie de 8.000 metros cuadrados. Aunque es posible que la policía pueda identificar a las empresas que estuvieron involucradas, responsabilizar a cualquier individuo en Son Banya será un asunto completamente diferente.
Incluso si se identificara a los individuos, lo más probable es que simplemente se declaren insolventes y eviten las multas. Muchos residentes no tienen medios de empleo evidentes, al menos legales.
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