Vitaliy Shevchenko
Editor de la BBC Monitoring Rusia
Reuters
El alto el fuego de Rusia en Ucrania duró solo 30 horas, y incluso entonces parece haber sido muy limitado en alcance, con acusaciones de violaciones por ambas partes.
Kyiv dijo que no hubo “alertas de ataques aéreos” el domingo durante el “alto el fuego de Pascua” de Vladimir Putin y el presidente Volodymyr Zelensky sugirió que este podría ser el formato “más fácil” de extender durante 30 días y posiblemente más.
Estados Unidos intentó organizar un alto el fuego de 30 días, pero nunca se llevó a cabo, y este último capítulo subraya la dificultad de lograr siquiera una breve pausa en los combates,
Rusia insistió en una serie de condiciones, incluido detener el rearme de Ucrania y el reclutamiento de nuevos combatientes, así como las “causas subyacentes del conflicto”.
Un factor importante que dificulta el progreso de las negociaciones es la larga historia de acuerdos de alto el fuego rotos, lo que resulta en una profunda desconfianza entre los dos vecinos.
Durante su reunión tumultuosa con Donald Trump en febrero, Zelensky acusó a Rusia de violar 25 acuerdos de alto el fuego desde 2014, y argumentó que ningún acuerdo de ese tipo se mantendría sin garantías de seguridad.
A su vez, Rusia acusa al presidente ucraniano de ser “incapaz” de implementar tales acuerdos.
Expertos independientes dicen que Rusia lleva la mayor parte de la culpa por los altos el fuego rotos, aunque Ucrania también tiene cierta responsabilidad.
Declaraciones de funcionarios rusos actuales y anteriores también indican que Moscú estaría preparada para cesar hostilidades, solo si se logran sus objetivos originales, es decir, una Ucrania desmilitarizada, neutral y no nuclear.
La desconfianza se remonta a la invasión de Rusia en 2014
Al invadir Ucrania en 2014, Rusia violó el Acuerdo de Amistad, Cooperación y Asociación entre los dos países firmado en 1997. El artículo 2 decía que las partes “respetan la integridad territorial del otro y confirman la inviolabilidad de las fronteras existentes entre ellos”.
La guerra ha estado llena de acusaciones de traición desde el principio.
El general Viktor Muzhenko, jefe del Estado Mayor General de Ucrania en ese momento, acusa a Rusia de incumplir acuerdos que permitían a las tropas ucranianas retirarse de la ciudad oriental de Ilovaysk en agosto de 2014.
Como resultado, los convoyes en retirada fueron atacados, y al menos 366 combatientes ucranianos murieron.
Acuerdos de Minsk firmados y rotos
VASILY MAXIMOV/AFP
El primer acuerdo de Minsk en 2014 involucró a Rusia y líderes pro-rusos y Ucrania
El primer acuerdo importante de alto el fuego, firmado el 5 de septiembre de 2014 en Minsk, se rompió horas después de ser firmado, con fuentes ucranianas informando ataques de fuerzas pro-rusas en el aeropuerto de Donetsk. Los ataques en otras ciudades ucranianas en la región, como Debaltseve, también continuaron.
Esto provocó el segundo intento de alto el fuego, conocido como Minsk-2, pero fue aún más corto.
Minutos después de entrar en vigencia el 15 de febrero de 2015, observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) informaron disparos de mortero y artillería en Donetsk. Fueron desplegados en la zona de guerra a solicitud de Ucrania para monitorear la situación de seguridad, incluyendo cualquier violación del alto el fuego, pero no dijeron explícitamente quién los cometió.
Lo que siguió fue una serie de otros intentos fallidos de alto el fuego. Nuevamente, algunos se rompieron minutos después de entrar en vigor.
Incluyeron alto el fuego de Pascua en 2016, 2017 y 2018, los “altos el fuego escolares” de 2015, 2016, 2017 y 2018 que pretendían permitir que los niños cerca del frente volvieran a la escuela en septiembre, altos el fuego de Navidad y Año Nuevo en 2015, 2016, 2017 y 2018, y los “altos el fuego del pan” de 2017, 2018 y 2019 para permitir la cosecha de grano, entre otros.
Un “alto el fuego integral” que entró en vigor el 27 de julio de 2020 duró solo 20 minutos, según Kyiv. Aun así, tuvo un efecto en los combates, reduciendo a la mitad el número de fatalidades entre los soldados ucranianos en el año siguiente.
¿Quién tiene la culpa?
Matthew Savill, director de ciencias militares del Real Instituto de Servicios Unidos (RUSI) en Londres, argumenta que Rusia nunca ha participado en negociaciones de alto el fuego de buena fe.
“Rusia nunca ha sido sincera acerca de eliminar o poner fin al riesgo del uso de la fuerza en busca de sus objetivos”, dice.
Debido a los diversos acuerdos de alto el fuego entre Ucrania y Rusia, “el nivel de combate ha subido y bajado, y Ucrania tiene cierta responsabilidad en parte de eso”, dice a la BBC.
“Pero el desafío subyacente ha sido que siempre ha habido una amenaza militar rusa o respaldada por Rusia, y eso informa las cosas.”
John Herbst, ex embajador de Estados Unidos en Kyiv que ahora trabaja para el Atlantic Council con sede en Washington, argumenta que Rusia, no Ucrania, fue la “violadora serial” de los acuerdos de alto el fuego de Minsk, el primero y aún uno de los intentos más completos de negociar un alto el fuego en Ucrania.
Verificar las afirmaciones de violaciones de alto el fuego no es fácil porque casi todos los periodistas independientes están prohibidos en las partes de Ucrania controladas por Rusia.
La periodista de la BBC Olga Ivshina, que estuvo en el terreno en la región oriental de Donbas de Ucrania informando sobre las primeras etapas de la guerra, dice que hubo informes de Ucrania retomando pueblos en 2016-19, una ofensiva ucraniana exitosa fuera de Mariupol, y tanques ucranianos fueron vistos demasiado cerca del frente, donde no deberían haber estado bajo los acuerdos de alto el fuego.
“Todos estos fueron proclamados como violaciones por Moscú. Pero, por supuesto, olvidaron mencionar que su captura de Debaltseve en 2015 fue la mayor violación de todas”, dice Ivshina.
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Las fuerzas pro-rusas avanzaron sobre la ciudad de Debaltseve en 2015 a pesar del alto el fuego
A pesar de los acuerdos de Minsk, las fuerzas controladas por Rusia lanzaron una ofensiva contra la ciudad de Debaltseve, alegando que no estaba cubierta por el acuerdo de alto el fuego.
Zelensky ha descrito los acuerdos de Minsk como una “trampa” para Ucrania que permitió a Rusia prepararse para la invasión a gran escala.
Putin dice que ni Ucrania ni sus aliados occidentales tenían la intención de implementar los acuerdos de Minsk. Su destino quedó sellado cuando Rusia declaró las llamadas “repúblicas populares” de Donetsk y Luhansk -entidades separatistas que había ayudado a establecer- como estados independientes.
¿Qué sigue?
El “alto el fuego de Pascua” de Putin nunca fue más que una pausa, pero el presidente Trump dijo “esperemos que Rusia y Ucrania lleguen a un acuerdo esta semana”.
Hasta ahora no ha habido indicación de que el Kremlin aceptará el llamado de Estados Unidos a un alto el fuego inmediato e incondicional, acordado por Ucrania.
Trump ya ha advertido que si alguna de las partes dificulta las negociaciones de alto el fuego, “simplemente pasaremos” y nos iremos.
La demanda de Rusia de “resolver las causas subyacentes del conflicto” sugiere que no se ha movido de su objetivo original de socavar la soberanía de Ucrania, tanto a través de negociaciones como de medios militares.
Vladislav Surkov, ex asesor cercano de Vladimir Putin conocido como el “cardenal gris” de la política rusa, celebró los acuerdos de Minsk el año pasado como una forma de “legitimar” la partición inicial de Ucrania.
La idea misma de paz, dijo, era “nada más que una continuación de la guerra por otros medios”.
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